Logo Autobild.es

Nuevo Kia Sportage: esto es otra cosa

Olvídate del anterior modelo, el nuevo Kia Sportage lo supera en todo, empezando por sus motores diésel, el confort de marcha o su maletero. Ya hemos probado sus dos opciones mecánicas. ¿Cuál es más interesante?

Te doy simplemente un dato. El día que comencé a probar el nuevo Kia Sportage me sentí tan observado como cuando conduzco un deportivo de muchos caballos. Eso es empezar con buen pie. ¿A qué se podía deber tanto interés? ¿Qué es lo que te deja atrapado? Lo cierto es que en la redacción todos coincidíamos en lo acertado de su diseño, que deja a años luz a la anterior generación.

Luego, según van pasando los kilómetros, te vas dando cuenta de que el nuevo Kia Sportage es algo más que una simple imagen atractiva. Me explico, al igual que la anterior generación era prácticamente un calco del Hyundai Tucson, la actual hace lo mismo con el Hyundai ix35, lo que sin duda es una buena noticia. Para empezar, el suave y silencioso 2.0 CRDI 136 CV que gira bajo el capó es el mismo que el de su hermano coreano. Tiene bastante fuerza a bajas vueltas (arriba no es tan brillante), es muy lineal y, si no te pasas con el acelerador, es capaz de lograr consumos muy contenidos.

Asociado a un cambio manual de seis relaciones, con un tacto blando pero preciso, los 319 Nm de par máximo te permiten realizar adelantamientos con suficiente rapidez y en los repechos olvídate de tener que bajar marchas. Este Kia Sportage 2.0 CRDI 136 CV es una grata sorpresa.

En movimiento, lo que define al nuevo SUV de Kia es el confort. Las suspensiones están pensadas para mimar al pasaje y no tanto para exhibirse en una carretera de montaña. Sus reacciones son previsibles, pero carece de la agilidad de algunos de sus competidores como el Ford Kuga o el Volkswagen Tiguan. En este sentido, la dirección tampoco ayuda. Es muy suave y asistida, lo que resulta cómodo en ciudad y al hacer maniobras o aparcar, pero le falta precisión en su punto central y filtra demasiada información del tren delantero.

¿Y en campo? Bueno, ahí las cosas están bastante más claras, ya que esta versión 4x2 no aconseja ni siquiera meterse en caminos muy rotos o con barro, por fáciles que parezcan. No en vano, Kia ha dotado a la tercera generación del Sportage de un cariz menos campero, con una altura libre al suelo más baja y unos ángulos todoterreno menos generosos. Aún así, incluso esta versión de dos ruedas motrices trae de serie el asistente de descenso, que utiliza los sensores del ABS para mantener una velocidad controlada cuesta abajo.

En cuanto al equipamiento de serie, no echarás en falta casi nada en el nuevo Kia Sportage, aunque como suele pasar en los vehículos coreanos y japoneses, no hay mucho más donde rascar salvo la pintura metalizada (400 euros), el navegador (1.250 euros) o el techo panorámico (750 euros). No hay nada más.

Espacio interior y maletero del nuevo Kia Sportage

Sobre lo primero, aunque no es el más amplio del segmento, detrás tienes suficientes centímetros para las rodillas, mientras que la zona de carga, con sus 564 litros (1.353 máximos con respaldos abatidos), hará las delicias de tu familia al planear unas vacaciones. Este motor tiene una serie de particularidades que conviene saber antes de decidir. La principal es la conexión con el cambio, que no es demasiado acertada. Parece un variador continuo: si le pisas a fondo, el motor, alcanza las 4000 rpm, pero con un ruido que roza lo desagradable. Y cuando por fin cambia deja el motor en unas 3.400 rpm, muy por encima de su valor máximo de par motor, que se ubica entre las 1.800 y las 2.500 rpm. Por eso, aunque tiene casi 400 Nm de par motor y 50 CV más, el cambio no los aprovecha bien y por eso también la sensación de empuje tampoco es lo superior que debería ser respecto a su hermano menor.

Prueba del Kia Sportage 2.0 CRDi 184 CV 4x4

La caja de cambios automática del Kia Sportage 2.0 CRDi 184 CV 4x4 cuenta con la posibilidad de manejo secuencial y puedes mejorar su funcionamiento. Por otro lado, el consumo de combustible solo aumenta 0,5 litros cada 100 km (según cifras oficiales 0,3 litros). Un dato que, en realidad, puede aumentar considerablemente si te gusta darle zapatilla. La diferencia puede llegar a ser de 3 litros cada 100 km, y eso ya es mucho.

El sistema de tracción total conectable de forma automática desvía la fuerza a las ruedas traseras cuando detecta que las delanteras patinan, pero tienes un interruptor junto al cambio que bloquea la tracción al 50% a menos de 40 km/h. A pesar de esto y de su ayuda electrónica en descenso, es mejor que mantengas al nuevo Kia Sportage en el asfalto el mayor tiempo posible.

Es en el asfalto donde el Kia Sportage 2.0 CRDi 184 CV 4x4  se siente más cómodo. No es un deportivo, eso está claro, y lo notarás con sus inercias en curvas, pero en general es muy agradable de conducir, aunque la dirección no sea todo lo precisa que debiera y la suspensión trata de forma muy aceptable a todo el pasaje.

Esta versión de 184 CV, solo está disponible con el nivel de acabado superior: Emotion. Su equipamiento es muy completo,  incluye de serie el navegador, los faros de xenón, asientos de cuero, climatizador o control de crucero.

En conclusión los puntos fuertes de este Kia Sportage 2.0 CRDi 184 CV 4x4  son su habitabilidad y versatilidad interior, garantía y equipamiento completo. Falla con el ruido del motor y su consumo elevado, además de tener un maletero sin suelo plano.

Valoración

0

Olvídate del anterior modelo, el nuevo Kia Sportage lo supera en todo, empezando por sus motores diésel, el confort de marcha o su maletero. Ya hemos probado sus dos

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.