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Prueba: Mustang Shelby GT350. Ocho cilindros de placer terrenal

Entre el Ford Mustang "normal" y el Shelby GT500, hay un intermedio muy apetitoso. Esta es la prueba del Mustang Shelby GT350. 

A primera vista, esta variante del Ford Mustang es solo la hermano pequeña del gigantesco Shelby GT500. Pero para muchos fans del modelo, es simplemente la mejor opción. AUTOBILD la ha conducido para comprobarlo, en esta prueba del Mustang Shelby GT350.

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532 CV de un V8 de 5,2 litros

En la garganta del radiador y en el salpicadero de este Ford, por supuesto, el GT350 lleva el prestigioso logotipo de Cobra. El reclamo deportivo está subrayado por cuatro tubos de escape de dimensiones generosas, neumáticos Michelin de alta velocidad, un espoiler en la zaga opulento y la pintura de guerra correspondiente, con rayas dobles blancas. 

¿Especie en extinción? Poderoso V8
¿Especie en extinción? Poderoso V8 press-inform

Debajo del capó sigue el espectáculo con un filtro de aire deportivo de alto rendimiento, el portentoso motor V8 y puntal reforzado. El atmosférico de ocho cilindros y 5,2 litros hace todo menos contener sus salvajes 532 CV y el amplio par de 581 Nm. 

Un diferencial Torsen de 3.73, junto con la precisa y firme caja manual de seis velocidades y los amortiguadores electrónicos, aseguran que la potencia del motor se traslade adecuadamente en la carretera. Desde el arranque, el GT350 acelera hasta los 100 km/h en tan solo 3,6 segundos. La  velocidad máxima está más allá de los 250.

Chasis, dirección y frenos

Este Mustang no es que sea firme: es muy, pero que muy firme. Pero no tan duro ni radical como para no poder usarlo en el tráfico normal sin dejarte la espalda. La dirección se ajusta, es precisa y no demasiado pesada. 

Frenos Brembo tras las llantas
Frenos Brembo tras las llantas press-inform

Y a la hora de detenerse: convincente, gracias a los frenos de alto rendimiento Brembo. Con un peso en vacío de 1750 kilos, el Ford Mustang Shelby GT 350 no es exactamente ligero y puedes sentirlo en todas partes cuando conduces, y también en términos de consumo. La perspectiva de poco menos de 15 litros de gasolina cada 100 kilómetros no es fácil de lograr.

Existe la versión GT350R, bastante más caro, ahorra 50 kilos gracias a las llantas de fibra de carbono y la falta de un asiento trasero, y está equipado con una suspensión deportiva que es particularmente impresionante en circuito. ¿Necesario ese desembolso? No, si le vas a dar un uso fundamentalmente por carretera.

El alerón delata a esta variante
El alerón delata a esta variante press-inform

No esperes lujos en el interior

El interior del Mustang ha mejorado en los últimos años, pero está lejos de alcanzar un nivel superior. Los instrumentos analógicos también podrían haber estado ahí a finales de los 80 y el ordenador de abordo digital no tiene precisamente una pantalla de alta tecnología. 

Los interruptores y controles del Shelby provienen de las versiones normales de Mustang y necesitan mejoras en términos de tacto y acabados, lo que también se aplica al ajuste mecánico del asiento, que eclipsa la enorme calidad de los Recaro.

Conclusión 

El placer de conducir apenas conoce límites terrenales en este coche, especialmente debido a la grandiosa simbiosis estadounidense del motor V8 atmosférico y la transmisión manual de seis velocidades. Ni siquiera el GT500 más potente ofrece eso.

Valoración

Nota8

En esta prueba del Mustang Shelby GT350 nos queda claro que no hace falta hacerse con el Mustang más potente de todos para disfrutar sin límites de la conducción.

Lo mejor

Motor V8, cambio preciso, prestaciones, dirección, diseño.

Lo peor

Los acabados interiores son pobres para esta categoría.

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