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Prueba Ford Kuga 2015: más ahorrador

El Ford Kuga actual es más cómodo que su predecesor, más grande y, sobre todo, más silencioso. Desde su lanzamiento dispone de una completa gama, en tracción delantera e integral, y con un precio ajustado para el completo equipamiento que ofrece. Además, ahora acaba de recibir un nuevo motor diésel 2.0 TDCI con tres opciones de potencia (120, 150 y 180 CV) que logra reducir sus consumos considerablemente.

El Ford Kuga ya está en la rampa de lanzamiento. El todocamino del óvalo lleva en el mercado desde el 2008, y desde entonces se han vendido casi 300.000 unidades en Europa, lo que da una idea de su tremendo éxito. En España, siempre ha ocupado los primeros puestos de ventas y, quizá por eso, la factoría de Almussafes, en Valencia, ha sido la elegida por la marca para construir el nuevo Ford Kuga a nivel mundial.

La segunda generación del Ford Kuga ha aumentado su longitud en 8 cm, lo que se traslada a un espacio superior en el interior, sobre todo en las plazas traseras y en el maletero, que ahora llega a cubicar 481 litros. El nuevo Kuga ofrece un espacio de carga de 46 litros más frente al modelo actual y la fila trasera de asientos cuenta con respaldos abatibles y regulables hasta abatirlos totalmente. Las banquetas traseras tienen el mullido algo duro, y esto puede pasar factura a los pasajeros en viajes largos. El sistema manos libres de apertura del portón trasero se activa con un simple movimiento del pie bajo el parachoques trasero. Pero la novedad ahora es que también se puede cerrar con ese mismo gesto. Y en esto, el Ford es único, ya que no hay ningún otro coche con esta segunda opción.

En el Ford Kuga 2013, el volumen de ruido audible prodecente de la carretera y del viento se ha reducido de manera significativa en comparación con el actual, lo que permite un confort a bordo muy superior al de su predecesor. Las mejoras se consiguen gracias al innovador uso de espejos acústicos elípticos que analizan los elementos exteriores que pueden influir en el ruido y vibración dentro del coche.

El Kuga 2013 ha mejorado significativamente su eficiencia de combustible gracias a una gama de motores que, por primera vez, incluye la tecnología de motores EcoBoost. El consumo de gasolina se ha reducido en un 25 por ciento y el de diésel en un 10 por ciento.

El SUV de Ford ofrece un motor de gasolina EcoBoost 1.6 litros disponible en versión 150 CV con tracción delantera que logra un consumo a partir de 6,6 l/km y emisiones de CO2 de 154 g/km, y otra versión de 182 CV con tracción total que logra un consumo a partir de 7,7 l/km y emisiones de CO2 de 179 g/km. También está disponible con motor diésel Duratorq TDCi 2.0 litros en versión 140 CV con tracción delantera y total, con un consumo a partir de 5,3 l/km y emisiones de CO2 de 139 g/km y en versión 163 CV, que logra un consumo a partir de 5,9 l/km y emisiones de CO2 de 154 g/km.

Las tecnologías ECOnetic de bajas emisiones, disponibles en toda la gama, incluyen Eco Mode, Indicador de cambio de marchas y parrilla delantera con cierre activo que reduce la resistencia del viento y el consumo de combustible. Los modelos con tracción total estarán disponibles con dos tipos de transmisiones automáticas: una por convertidor de par que irá asociada exclusivamente al motor de gasolina, tracción 4x4 y 180 CV, y otra de doble embrague y ya conocida como PowerShift, que se podrá pedir con los dos motores diésel, de 140 o 163 CV y tracción 4x4.

En la presentación internacional en Niza (Francia) pude conducir las versiones más potentes gasolina y diésel. La conjugación del cambio PowerShift de doble embrague con el motor diésel más potente, de 163 CV, me pareció más acertada y recomendable, ya que el motor se nota más lleno que el de gasolina. Pero es verdad que la suavidad y finura que ofrece el gasolina de 180 CV es muy superior, aunque claro, para obtener las mismas prestaciones hay que llevar el motor muy alto de vueltas, y el consumo, a pesar de no ser exagerado, sí que se dispara respecto a su homólogo de gasóleo. Respecto al cambio automático por convertidor de par de la versión de gasolina, resulta algo más lento que el PowerShift, pero ni da tirones ni resulta desagradable. También es suave de accionar y con inserciones precisas el cambio manual de seis relaciones. Palanca corta, recorridos pequeños... en fin, que si te gusta el cambio de toda la vida, el que tú tienes que accionar, también con este disfrutarás. La elección es tuya.

El nuevo sistema de tracción total inteligente que monta el Ford Kuga 2013, reemplaza al anterior Haldex y reevalúa por anticipado las condiciones del terreno 20 veces más rápido de lo que cuesta parpadear, reajustando la distribución de tensiones de la tracción total para ofrecerle al conductor la mejor mezcla entre conducción y agarre. En caminos de nieve funciona realmente bien, pero cuesta percibir la mayor rapidez de reacción respecto al sistema convencional Haldex de su predecesor.

Comportamiento del nuevo Ford Kuga

El objetivo principal del sistema de tracción total a baja velocidad del nuevo Ford Kuga es el agarre; a velocidades por encima de 30 km/h el sistema aumenta su precisión para mejorar la experiencia y respuesta de conducción. Una pantalla dispuesta entre los relojes muestra al conductor el reparto de par de cada rueda en todo momento.

Otro sistema que añade este Kuga es el Curve Control, que en curvas tomadas a demasiada velocidad, compensa la falta de giro del volante frenando de manera contundente y, si el conductor sigue acelerando, reduciendo incluso el par del motor.

La aerodinámica y el control de curva experimentan mejoras gracias a la utilización del sistema de Control de Par desarrollado para el Focus RS, que frena ligeramente la rueda del interior de la curva para ayudar al conductor en curvas rápidas. Así que, si el anterior Kuga ya era uno de los SUV más dinámicos del mercado, el nuevo es todavía más eficaz y su aplomo, ahora, se asemeja no ya solo a un turismo, sino a un turismo deportivo. Que no te engañe su mayor altura general. En zonas reviradas su dinamismo te va a sorprender, claro que la suspensión es bastante firme y ayuda en el cometido.

Y si hablamos de seguridad, el nuevo Kuga logró la puntuación máxima EuroNCAP, con cinco estrellas, después de conseguir una puntuación total de 88% en protección, la mayor de la historia para un SUV de tamaño medio. Al detectar la activación de un airbag o el cierre de emergencia del suministro de combustible dentro del coche, el Emergency Assistance utiliza el localizador GPS de a bordo y un teléfono móvil emparejado a través de bluetooth para realizar una llamada de emergencia y enviar las coordenadas GPS en el lenguaje local al operador de emergencias.
Otras tecnologías de ayuda al conductor disponibles son Active Park Assist, Blind Spot Information System, Active City Stop, Lane Keeping Aid, Lane Departure Warning, Auto High Beam, Driver Alert y Traffic Sign Recognition. El nuevo Kuga también ofrece sistema de mitigación de vuelco y control de balanceo de remolque.

Prueba del Ford Kuga 2.0 TDCI Powershift

El Ford Kuga 2.0 TDCi Powershift combina el motor más potente de la gama con un cambio automático de doble embrague. La pareja no lo hace mal, pero no es la alternativa más eficiente. En las plazas traseras, la oferta espacial también ha mejorado, salvo en el caso de la anchura. Para conseguirlo Ford ha alargado la carrocería ocho centímetros, aunque mantiene las dimensiones de la batalla.

El aspecto negativo de este crecimiento en el Ford Kuga 2.0 TDCi Powershift viene del lado del peso: a igualdad de mecánica, esta versión 2.0 TDCi con  cambio automático Powershift engorda alrededor de 35 kilos. Puede parecerte una cantidad poco importante, pero la diferencia de prestaciones se nota. Además, a nivel dinámico, el nuevo Ford Kuga 2013 no resulta tan ágil como su predecesor: sigue pisando con solvencia, pero no goza de la misma desenvoltura. Esto se debe, en parte, a que los ingenieros de la firma americana han tocado todo el sistema de suspensión para que resulte menos rígido y, por ende, ofrecer mayor confort de amortiguación. Esta modificación va en la línea de atraer un target más familiar.

La combinación del motor de dos litros turbodiésel de 163 CV de esta prueba con el cambio de doble embrague Powershift ya existía en el anterior Ford. Con el actual, su rendimiento no desmerece, pero siempre me da la sensación de que no se aprovecha toda la potencia del motor. Sobre todo, en situaciones como adelantamientos, al Kuga le cuesta lanzarse a por su presa. La transmisión de seis relaciones suele funcionar bien, pero no llega al nivel de un DSG de Volkswagen. Además, en determinadas ocasiones transmite alguna brusquedad que otra, algo que penaliza el logrado confort general que ofrece este modelo.

Este cambio solo puede ir asociado a la tracción integral, que también ha sido modificada, como ya te anunciamos en la primera prueba del Ford Kuga 2.0 TDCI Powershift. Ahora la marca del óvalo la denomina inteligente y cuenta que es de elaboración propia. Sustituye al anterior sistema de embrague multidisco Haldex y, en teoría, es más rápida, aunque durante la prueba no he percibido diferencias significativas. En este apartado offroad, algo que sí me ha sorprendido es el aumento de altura libre al suelo en cinco milímetros, cuando la tendencia es todo lo contrario.

El Ford Kuga 2013 también cuenta con un techo panorámico practicable y se lanza con un nuevo color para todo el mundo, llamado 'Verde Ginger Ale'. El precio comienza en los 25.150 euros de la versión 1.6 EcoBoost 4x2 en acabado Trend, y llega hasta los 33.400 de la versión Titanium en el 2.0 TDCi de 163 CV, con tracción integral y cambio automático PowerShift. A continuación tienes todos los precios de la gama:

Prueba del Ford Kuga 2.0 TDCI 120 CV

Para esta prueba del Ford Kuga 2.0 TDCI 120, he estado una semana entera en la que lo único que no he hecho con el coche es llenarlo hasta arriba de gente y equipaje y llevármelo de viaje. ¿Por qué empiezo el test así? Porque en un coche cuya renovada oferta diésel empieza por este motor de 120 CV, seguro que lo primero que se va a preguntar mucha gente es si no será poca cosa para mover los 1.614 kg que pesa este SUV.

Así que, despejemos esta primera duda: para nada lo son; de hecho, echando un vistazo a la prueba del Kuga que puedes leer justo encima de esta, me he encontrado con que esta versión del motor Ford Kuga 2.0 TDCI 120 CV ofrece unas prestaciones casi idénticas al anterior dos litros de 163 CV, eso sí, con cambio manual.

Además, este bloque es mucho más suave, elástico y silencioso que su predecesor. Cuando gira a pocas vueltas, nunca se ahoga ni da trompicones. En tercera, puedes circular por ciudad a 60 km/h con el 2.0 TDCI del Ford Kuga girando a 1.900 rpm y, en cuarta, llegas a 80 km/h sin pasar de 2.000 rpm, justo donde está toda la fuerza del motor. Eso sí, al salir a autopista, engranar la sexta y ver el cuentavueltas a 2.500 rpm, la respuesta es más lenta.

Esto no quiere decir que no podrías superar la velocidad legal si quisieras, lo puedes hacer. Pero si no quieres ver la aguja del cuentavueltas moverse como la de la hora del reloj, tienes que engranar quinta y aun así le cuesta un poco. Y es que el fuerte de este Ford Kuga 2.0 TDCi de 120 CV es el confort y, quién iba a decirlo, la economía.


El peso y las dimensiones de este SUV se notan en todo momento, así que no te voy a decir que es un deportivo dinámico. Aunque en carreteras repletas de curvas no  se desenvuelve con torpeza, lo suyo es más bien la autopista, y no hubiera venido nada mal que la dirección se endureciera más en función de la velocidad. Al menos para mí.

El tarado de la suspensión es correcto, pero su recorrido, demasiado largo, lo que te obliga a pasar por badenes y resaltos con un poco más de cuidado del habitual. Esto último y que el Start-Stop no funciona bien hasta que el motor lleva unos cinco minutos girando es lo peor que se puede decir de este coche en ciudad, porque a pesar de que mi consumo real fue de 6,8 l/100 km, no está tan lejos de los 6,2 l/100 km homologados en cliclo combinado y, lo más importante, me sigue pareciendo una muy buena cifra.

Por otro lado, el habitáculo del Kuga es muy amplio, la ergonomía del puesto es muy buena y tiene todas las pantallas y mandos cerca del campo visual del conductor. Me han encantado los reposacabezas con el tapizado de serie; no así la luna Quickclear, que sí: se quita el hielo matutino de encima en un pis-pas... pero a mi juicio reduce la nitidez de la visión lejana, lo que resulta molesto. El precio de este Ford Kuga 2.0 TDCI Titanium 120 es de 23.400 euros. Aquí puedes consultar el resto de precios del Ford Kuga actualizados.

En nuestro comparador de seguros hemos calculado lo que costaría asegurar un Ford Kuga 2.0 TDCI 120 CV. Para calcular el precio, tomamos como referencia un hombre de 40 años, con más de 10 años de antigüedad de carné y sin siniestros, que vive en Madrid, utiliza el coche a diario, aparca en un garaje colectivo y recorre hasta 20 000 kilómetros al año. Con estos datos, el seguro a todo riesgo más asequible lo ofrece Balumba, por 525 euros.
Este coste podría ser menor si optas  por una póliza a todo riesgo con franquicia. La más barata también es la de Balumba. Cuesta 263 euros con franquicia de 290 euros.

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El Ford Kuga actual es más cómodo que su predecesor, más grande y, sobre todo, más silencioso. Desde su lanzamiento dispone de una completa gama, en tracción

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