Logo Autobild.es

Prueba Ducati Scrambler Icon: Retro y moderna

David Garcia de Navarrete

La Ducati Scrambler Icon es retro y moderna a la vez, la actualización una de las motos más famosas de la historia motocilista, y sobre todo en España. Simplicidad y tecnología unidos en una excelente moto.

Con la Ducati Scrambler Icon tuve la suerte de asistir en el mes de noviembre a la presentación “social” de la moto más importante para Ducati esta temporada, y una de las más curiosas de los últimos tiempos. Fue en el salón de Milán, el más importante del sector de la moto que se celebra en Europa, y posiblemente del mundo. Con la elegancia y la pasión por el “postureo” tan típicas de la capital de la moda, nos llevaron a una antigua casa señorial, casi un palacete, donde pudimos ver el todos los modelos de la nueva Scrambler (de esto hablaremos más tarde) con toda la inacabable cantidad de complementos, gadgets y detalles de filosofía de vida que rodean a este modelo. Por ejemplo, fue curioso ver como habían montado una barbería estilo clásico para que los presentes pudiéramos retocar nuestra estética al estilo más “hípster retro moderno” posible.

Lo cierto es que allí estaba. La Ducati Scrambler combina el clasicismo con la modernidad como pocas motos lo consiguen, por no decir ninguna. De hecho, la marca nos insistió mucho en que, básicamente,  Scrambler nace como una línea y marca diferente a la propia Ducati. Esta idea no creo que termine calando mucho entre el  público en general, y menos entre el español que tiene a la mítica Scrambler de los `70 como uno de los iconos de la marca italiana, pero realmente se sale de la idea que tenemos asociada a Ducati en los últimos tiempos: espíritu deportivo incluso si haces una muscle-bike-custom.

Pero veamos, como es la Scrambler que probamos hoy.

EL ICONO

La Scrambler es un modelo base sobre el que la marca ha creado 4 variantes sobre todo estéticas, pero que pueden ser adaptadas y modificadas por sus compradores para convertirla con pocos detalles en la moto que ellos prefieran, desde la más rabiosa a la más urbana, muchos de los cuales puedes elegirlos dentro del poblado catálogo de la propia marca.

En el catálogo podemos encontrar 4 Scrambler de serie. A saber:

-          -Urban Enduro, con pintura Wild Green, es la opción para los que quieren pasar de forma más o menos por algún entorno natural (léase off road sin ninguna exigencia) sin problemas

-          -Full Throttle  es la más deportiva con una estética claramente orientada al “flat track” y con unos preciosos escapes cortos de Termignioni.

-         - Classic nace para los devotos de los detalles y del look de los 70 para una moto de uso diario, divertida y polivalente

-          -Icon es la versión base de todas las demás, y la que hoy nos toca probar

Así, la Icon tiene, como sus hermanas, un sencillo y básico chasis de acero con refuerzos laterales, estrecho pero rígido para recuperar el espíritu de facilidad de pilotaje, disfrute, polivalencia y, como dice el slogan, “Land of joy” (tierra de disfrute), pero no desde luego copiar una moto de hace más de 40 años que no tendría cabida real en el mundo del usuario de hoy. Así, la tecnología necesaria está presente en la Scrambler con un excelente motor de 821 cc con inyección (V2 a 90º como buena Ducati, claro) derivado del de la Monster 796, con refrigeración por aire, 88mm de diámetro y 66mm de carrera., con 6 velocidades, antibloqueo y unos excelentes 75 CV. Buenos frenos con ABS de doble canal (de 330 m delante y 245 detrás), horquilla invertida de 41 mm. y monoamortiguador lateral detrás, faros con LED, una preciosa instrumentación LCD y hasta una toma USB debajo del asiento para conectar elementos electrónicos.

Literalmente, como dicen en Ducati, no es una moto retro, sino una interpretación de cómo sería la moto hoy en día si nunca hubiera dejado de fabricarse.

Rodando

La impresión que mejor define la sensación de montar en la Scrambler es disfrute. Así, sin más… ni menos. Todo es fácil, desde arrancar el motor, donde las palpitaciones del V2 están muy dulcificadas, hasta apretar el embrague y meter la marcha para salir rodando. Nada te exige esfuerzo ni experiencia en el pilotaje. Sin embargo, cuando llegas a una zona virada o entras en un fácil camino para acercarte a una casa rural, por ejemplo, disfrutas de su solidez, frena con un tacto firme pero dulce, y el conjunto resulta estrecho y cómodo. Eso sí, el asiento de esta versión resulta algo duro y estrecho si pasas un buen rato encima de él. Si la usas para viajar, puedes elegir otro del catálogo Ducati

Se nota el trabajo hecho en el motor para que sea más dosificable a cualquier régimen. En la parte baja del tacómetro, versiones anteriores tienen tendencia a “cocear” con grandes bicilíndricos. Sin embargo, la Scrambler resulta suave, progresiva y dosificable incluso en atascos de ciudad. Por otro lado, los consumos son muy bajos, y la experiencia sobre la electrónica de Ducati se deja notar. Entre 5 y 6 litros es el rango en que nos movimos durante toda la prueba, rodando con o sin pasajero, en conducción más o menos sport, montaña, ciudad…

La amortiguación funciona estupendamente para el espíritu Scrambler. Firme, con buena direccionabilidad y una horquilla casi perfecta para no tener regulación. Detrás, se agradece que el amortiguador (muy básico) sea lateral porque el acceso a la regulación se simplifica hasta niveles insospechados. En cuanto a los frenos, el tacto es un cruce ideal entre la solidez de una sport y la suavidad de mordiente  de una moto generalista y polivalente, y con un ABS que entra en funcionamiento cuando debe hacerlo, no simplemente porque sí. Intrusismo perfecto.

Conclusión

Sobre la Scrambler, en el dossier de prensa podemos leer lo siguiente Inconformista, accesible y esencial, la Ducati Scrambler se erige como una mezcla perfecta de tradición y modernidad.


Pues estoy totalmente de acuerdo. La Scrambler revisita el estilo de la clásica setentera de la mejor forma posible, que es siendo igual de polivalente y multiusos pero portándose de forma excepcional en todos los apartados: desde estando aparcada en la acera, donde a todo el mundo le gusta y se acercan a  admirarla, hasta disfrutando en una carretera de montaña llena de curvas. Así, la estética es una gran baza de la Scrambler, y con una excelente relación calidad-precio (La Icon cuesta 8.350 euros), pero cuenta con la tecnología necesaria para ser una moto actual. No es una moto retro, sino una interpretación de cómo sería la legendaria Scrambler hoy en día si nunca hubiera dejado de fabricarse.

Más y menos

Más: Diseño. Relación calidad-precio. Motor. Estabilidad.

 

Menos: Protección aerodinámica. Cambio algo duro en marchas largas. Comodidad asiento mejorable en uso prolongado.

Te interesará: 

Prueba de la Ducati Scrambler Classic


Valoración

0

La Ducati Scrambler Icon es retro y moderna a la vez, la actualización una de las motos más famosas de la historia motocilista, y sobre todo en España. Simplicidad

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.