Cupra Ateca de 300 CV, prueba en campo y ¡circuito!

Por fin! Aquí tienes la primera prueba del Cupra Ateca. Se trata de un SUV de altas prestaciones que es totalmente diferente a lo que puedes ver en la autovía: todocaminos tristes para conductores en los que su coche no es más que un vehículo (más elevado de lo normal) que le permite ir del punto A al B sin contratiempos. En Cupra piensan de un modo diferente, quieren hacer coches con un equilibrio entre el placer de conducir y el confort para un uso diario. No ser uno más en el mercado y, sobre todo, posicionar a esta nueva marca cerca, muy cerca de los fabricantes premium. El Cupra Ateca es el primer producto de Cupra y estoy seguro que pronto llegarán otros como el Seat Tarraco o la próxima generación del Seat León (debería llegar en 2019).

Video: Cupra Ateca, lo probamos en un tramo cerrado

A mediados de julio tuve la oportunidad de conducir el Cupra Ateca 2018. Hasta este momento he estado en el absoluto silencio ya que la información estaba embargada. La verdad, es que fue un día muy interesante. Pude probar en un circuito tan bonito como Castellolí las capacidades dinámicas del Cupra Ateca acompañado por un anfitrión de honor: Jordi Gené, piloto de Seat, Campeón de España de Superturismos  y con una grandísima experiencia en competición. Además, es una persona muy comunicativa.

El Cupra Ateca no le tiene miedo al circuito

"Me ha sorprendido lo bien que va el Cupra Ateca en circuito", me comenta. Si te soy sincero, pensaba que me estaba vendiendo la moto así que esperé a darme unas vueltas con Gené abriendo camino con un Cupra TCR. La primera vuelta fue de calentamiento pero en la segunda se incrementó el ritmo de forma notable. A partir de este momento pude comprobar el empuje del motor 2.0 TSI de 300 CV y lo bien que se compenetra con el cambio DSG de siete velocidades. En un funcionamiento normal, el Ateca envía todo su par (400 Nm entre 2.000 y 5.200 rpm) al eje delantero pero cuando es necesario puede distribuir la fuerza en cada una de las ruedas. Lo podía notar cuando salía dando gas a fondo en las curvas más lentas del trazado. Me han sorprendido tres cosas del Ateca: lo bien que el eje delantero entra en las curvas, cómo trabaja la suspensión en curvas rápidas (va muy plana) y la potencia del equipo de frenos con pinzas Brembo con discos de 370 mm (son opcionales y todavía no se conoce el precio). Después de unas cinco vueltas al circuito, me bajé del coche y le comenté a Gené: "Pues sí que va bien. Llevabas toda la razón al decir que era sorprendente". Una pequeña pausa para refrescarse y llegó el momento de ver cómo iba el Ateca sobre su terreno ideal: una virada carretera de montaña.

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Cupra Ateca, primera prueba en circuito y en campo (6 imágenes)

El asfalto era bueno pero había algunas zonas rizadas, así que pude comprobar que aparte de tener un tarado firme, absorbe bien las irregularidades del terreno. Además, puedes configurar el chasis con tres modos: Comfort, Sport y Cupra gracias al Control Dinámico de Chasis (es de serie). Este sistema no actúa solo en los amortiguadores, también lo hace en la dirección y en el cambio (a más deportividad, estira más las marchas del cambio automático DSG). Con este elemento, sin duda, puedes conducir un Cupra Ateca a tu gusto en cualquier trazado. 

Además, en esta carretera he podido comprobar lo lleno que está el motor de gasolina: siempre empuja con mucha energía. ¿Es más efectivo el Cupra Ateca que un Seat León Cupra? Lógicamente, con sus 1.632 kilos peso y mayor altura libre al suelo no  enlaza las curvas con tanta agilidad que el León pero no se queda muy atrás en precisión. El último recorrido del Cupra Ateca 2018 lo hice por una pista de tierra. No es el terreno ideal para este SUV: las ruedas tienen un perfil muy bajo (40) y los bonitos paragolpes están muy expuestos a las piedras.

Equipamiento y precio del Cupra Ateca

Dentro del equipamiento de serie, el nuevo Cupra Ateca justifica el precio de salida de 44.900 euros con una dotación muy completa. A nivel de dinámica y deportividad trae de fábrica DCC (control dinámico de chasis con amortiguadores adaptativos en modos Normal. Sport y Cupra, tracción total 4Drive y selector Drive Profile con opción Cupra en los modos de conducción. A nivel de seguridad, monta asistente de frenada de emergencia con detector de peatones, control de crucero adaptativo ACC, asistente de cambio de carril Lane Assist, alerta de tráfico posterior, sensor de presión de neumáticos, conexión de luces automáticas, faros Full LED, 7 airbags, ESP, control de descenso y asistente de atraque en pendiente.

Por dentro, todos los modelos se visten de serie con Digital Cockpit de 10,2 pulgadas, sistema de navegación Plus, connectivity box, maletero con portón eléctrico y sensor de pie, sensor de parking, retrovisores eléctricos, climatizador automático tizona y freno de mano eléctrico.

Para la lista de opciones quedan otros elementos más exclusivos, como asientos tipo Bucket en Alcantara, tapicería en piel negra, asientos calefactables, sistema de audio Beats con 340 W, radio digital, techo eléctrico panorámico y frenos Brembo.

Y si quieres, con Cupra Care

Las primeras unidades llegan a los concesionarios en diciembre y el precio del Cupra Ateca será de 44.900 euros. Además, la nueva marca ofrece por 300 euros el Cupra Care, que incluye cinco años de garantía, mantenimiento y servicios de movilidad y, por 200 euros más, el seguro a todo riesgo durante el primer año.

El precio del Cupra Ateca 2018 (llegará al mercado a finales de 2018) es de 44.990 euros. Es 5.900 euros más caro que el Seat Ateca 2.0 EcoTSI de 190 CV con cambio automático DSG y tracción total. Un VW Tiguan 2.0 TSI de 180 CV, con cambio DSG y tracción integral tiene un precio de 43.150 euros. En ambos casos, el Cupra Ateca tiene mucha más potencia, mayor deportividad y un equipamiento de serie más completo. Como puedes ver, el Cupra llega bien posicionado al mercado.

Prueba del Cupra Ateca en nuestro recorrido

Cuando el mismísimo Jordi Gené está detrás de un proyecto como Cupra, entonces hay que respirar tranquilo y esperar el resultado. Y eso que él mismo admitía sus dudas sobre cómo conseguir que un SUV como el Ateca afilase sus garras hasta el punto de convertirse en un modelo deportivo digno de la nueva marca española. Pero según fueron pasando los meses y se fue desarrollando el coche, también reconoce que fue el primero en sorprenderse del resultado final...
Y aquí tengo yo ese resultado, delante de mí, vestido de un intenso color rojo. Tiene una gran presencia, aunque tengo que admitir que, a simple vista, parece un Ateca supervitaminado y poco más. Vas a distinguirlo de un Seat Ateca normal por el color negro brillante de las barras portaequipaje, los retrovisores, los marcos de las ventanillas, esas enormes llantas específicas de 19 pulgadas y la parrilla frontal. Y, por supuesto, por esos cuatro tubos de escape que protagonizan la trasera y desvelan el potencial de un motor que estoy deseando arrancar.  

Pero antes de eso, voy a contener mis ganas analizando un interior que se viste de gala para la ocasión. Dentro observo los paneles tapizados en Alcantara, volante en piel con costuras en contraste y un pomo del cambio también con costuras en color gris. Lo que más destaco aquí dentro es que monta la instrumentación digital de otros modelos de Volkswagen o  Audi, una enorme pantalla a todo color superpersonalizable, que mide 25,9 centímetros (10,2 pulgadas). Eso ya me va gustando más. Lo mismo que notar cómo los asientos tipo bacquet abrazan tu espalda como un guante (lo ideal si vas a forzar el ritmo y quieres evitar sentirte como una batidora). De un vistazo observo que tengo a mi disposición la tracción integral  4Drive  y un cambio DSG de siete velocidades, que me pondrá las cosas más fáciles cuando eleve el ritmo y me permita cambiar con las levas que tengo tras el volante. Toca hablar del motor. 

¿De qué se trata? Es el conocido 2.0 TSI (es el mismo bloque que el del VW Golf GTI), pero con nada más y nada menos que 300 CV, una fuerza que logra a 5.300 vueltas. Lo mejor no es eso, sino que su increíble par motor asciende a 400 Nm y son constantes entre 2.000 y 5.200 rpm. ¡Tienen tanto par como un diésel! Con semejantes cifras ya me estoy relamiendo, porque la cosa no puede ir mal. Te lo pongo en contexto: he medido una aceleración real de 0 a 100 km/h de 5,3 segundos. No hay muchas opciones en el mercado con semejantes prestaciones, aparte de, por ejemplo, un Alfa Romeo Stelvio QV o un Porsche Macan Turbo, y ambos son de un segmento superior. Comparado con sus rivales naturales, como el VW Tiguan o Nissan Qashqai, les saca los colores, ya que, como mucho, ofrecen unos 200 CV.  Pero claro, para sacar la quintaesencia a este poderoso bloque, los ingenieros de Cupra han tenido que currar de lo lindo. Sobre todo para contener sus 1.615 kilos. Se han ayudado de todo un arsenal de soluciones, capitaneadas por la tracción total 4Drive: en un modo de utilización normal envía toda la fuerza al eje delantero y, si las necesidades lo requieren, es capaz de distribuir la fuerza en cada de una de las ruedas.

Pero lo mejor que puedo hacer es poner todo esto a prueba. Las suspensiones ya van duras de por sí, pero puedo tensarlas más todavía con el Control Dinámico de chasis (de serie). Activo el Launch Control (sí, lo lleva) y al soltar el freno salgo catapultado hacia adelante. La patada es enorme. Llega la primera curva y clavo los frenos. ¡Wow! No me esperaba esta potencia a la hora de detener este coche. Los discos de 370 mm firmados por Brembo (opcionales) tienen la culpa. Son unos grandes aliados. Apunto con la dirección y el eje delantero desliza un poco. ¡Demasiado optimismo! Pero no es nada grave, porque este chasis es como una madre que te perdona casi cualquier error. Siguiente curva cerrada, con una salida muy lenta y este Cupra tracciona de maravilla. ¡Qué fácil! Parece que estoy en un coche más pequeño, por las sensaciones, pero en realidad es un SUV con todas sus cualidades prácticas intactas: maletero, buenas plazas traseras... Cupra, señores, ha obrado el milagro.