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Conducimos todas las generaciones del BMW M3

Con motivo del 30 aniversario del lanzamiento del BMW M3, la marca alemana ha preparado una jornada de pruebas en el Circuito del Jarama en la que me han dado la oportunidad de conducir todas las generaciones de su deportivo por excelencia. Una prueba que me tomo como un auténtico regalo y que afronto con la pasión e ilusión de cualquier aficionado.

Como puedes imaginar, cuando me preguntaron si me apetecía ir al Jarama a conducir todas las generaciones del BMW M3, mi respuesta fue un "¡¡SÍÍÍ!!" tan grande, alto y sincero que lo escucharon en la sede de ///M en Múnich y, por supuesto, desde ese mismo instante en mi cabeza no cabía otro pensamiento.

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Como puedes imaginar, cuando me preguntaron si me apetecía ir al Jarama a conducir todas las generaciones del BMW M3, mi respuesta fue un "¡¡SÍÍÍ!!" tan grande, alto y sincero que lo escucharon en la sede de ///M en Múnich y, por supuesto, desde ese mismo instante en mi cabeza no cabía otro pensamiento.

Afortunadamente, tan solo pasaron dos días hasta que llegó el día del evento y nada más entrar al paddock del circuito madrileño mis ojos se pusieron como platos. Ahí, justo debajo de la nueva y flamante torre de control estaban las cinco generaciones del BMW M3 colocadas en batallón, en apariencia tranquilos, pero preparados para dar batalla y yo pensé: "Tranquilos, la vais a tener…"

Antes de pasar a la acción los responsables del departamento de comunicación de BMW en España me dieron una pequeña charla introductora y pusieron un vídeo que no hizo sino calentarme un poquito más la sangre, porque la tradición en competición del BMW M3 es como para quitarse el sombrero y ver de lo que son capaces estos modelos en pista es una invitación a vivirlo en primera persona con la mayor de las pasiones.

Llegó el momento. Salimos a la pista. Vale, esto no es el infierno verde de Nürburgring, pero la rampa Pegaso y la bajada de Bugatti también tienen su 'miga'… 

Evidentemente, me lanzo como loco a por el BMW M3 E30. Si de lo que aquí se trata es de probar todas las generaciones de esta saga de deportivos sin igual, sin duda, lo ideal es empezar en orden cronológico y así ver cómo han ido evolucionando. Vamos a ello, pero deja que te haga un pequeño aviso: aquí no vas a encontrar mil datos técnicos sobre cada una de las generaciones ni una compilación histórica perfecta de su evolución. Aquí me limito a narrar mi experiencia y mis sensaciones en un irrepetible día de pruebas. Que no es poco.

BMW M3 E30 (1985-1992)

Este es un coche que, por suerte ya había podido conducir con anterioridad y, si no has tenido la oportunidad de hacerlo, te recomiendo que lo hagas. Puestos a pedir, si te montas un viaje a Nürburgring y alquilas uno con barras de competición y te das unas vueltas, te aseguro que será la mejor experiencia de tu vida y así comprobarás de primera mano cómo se comporta en el circuito de pruebas que lo vio nacer.

A estas alturas el E30 ya es un coche clásico, pero mantiene esa esencia de deportivo que te pone los pelos de punta desde el primer acelerón.

Su motor de 2,3 litros y 195 CV es una máquina salida de la competición. Derivaba del BMW M1 y va unido a un cambio manual de cinco velocidades cuya precisión es mejorable (aunque eso es algo que digo porque he probado deportivos más modernos que la han dejado muy atrás), aunque sus recorridos cortos son una delicia y, además, al tener la primera hacia atrás permite jugar a la perfección y con mucha rapidez en los saltos de segunda a tercera y viceversa.

En las pocas vueltas que he podido dar el ritmo no ha sido frenético. Además su propietario me avisa de que algo anda mal en el eje trasero y eso me invita a tomarme las cosas con cautela. Pese a todo, enseguida me demuestra que es un coche con un comportamiento muy afinado para tener ya 30 años. 

Desde luego no pienso bajarme sin saber de qué es capaz cuando hundes el pie derecho y en una de las curvas piso a fondo. La trasera empieza a deslizar de forma progresiva y recuperar la trayectoria resulta muy intuitivo y suave. Es una delicia. Si tuviera que ponerle una pega, sería la dirección, que está demasiado desmultiplicada y obliga a trabajar con el volante más de la cuenta en este tipo de situaciones.

Es un deportivo en el que las sensaciones te llegan por todos los sentidos: el sonido no es arrebatador, sobre todo si lo comparas con el rugido (artificial) del actual F80, pero te pone los pelos de punta. El tacto de la dirección es una delicia y agarrar su volante de aro fino te hace sentir que vas al volante de la historia rodante de uno de los mejores deportivos que se han fabricado. A la vista resulta incluso soso, porque todo es demasiado negro, pero unas agujas rojas y las tres franjas tricolor de M son más que suficientes para que huela a deportivo de raza por los cuatro costados. ¿Y el gusto? Sí, también te llega por ese sentido, porque cuando te bajas y paras el motor te deja un muy buen sabor de boca.

BMW M3 E36 (1992-2000)

Sin tiempo para digerir las sensaciones acumuladas en mi cerebro, me encuentro sentado en la segunda generación del M3. Un coche que todavía no entendía de controles electrónicos y que no solo mantenía la esencia de su predecesor, sino que incrementaba el 'feeling' del deportivo original.

Cuando se lanzó en 1992 montaba un 3,0 litros de 286 CV, pero la unidad que conduzco es la evolución, que subía a 3,2 litros y entregaba 321 CV. Eso es algo que se nota al primer acelerón. El dueño, que me acompaña en este 'viaje al pasado', no duda en invitarme a buscar los límites y los encuentro muy rápido: una gran cruzada en la curva de abajo de Bugatti. Sin duda se nota el gran salto de potencia respecto al E30. Pero no resulta complicado recuperar la línea recta gracias a una dirección más directa y de tacto preciso.

En general es un coche de apariencia y puesta a punto más moderna. Parece un coche recién salido del concesionario y su tacto de suspensión también es muy bueno. Sí, soy consciente que muchos se dedicaron en su época a tunearlo sin compasión y eso le ha hecho ganar fama de coche 'macarra', pero no me importaría hacerme con uno de estos, sobre todo, si está tan bien conservado como este.

BMW M3 E46 (2000-2007)

La mañana avanza y yo sigo con mi escalada cronológica en la historia del M3. Por fin me subo al E46, un coche del que, como digo en el vídeo que he realizado con motivo de esta prueba y que puedes ver más abajo, guardo mi mejor recuerdo (antes de esta prueba) con un M3: fue cuando superé por primera vez los 300 km/h, concretamente conduciendo el M3 E46 CSL con cambio SMG II.

Sin duda, el M3 CSL es un coche con muchos adeptos y del que ya te hablamos en su décimo aniversario:  El BMW M3 CSL celebra su décimo aniversario.

En este caso la evolución mecánica no es tan acusada, porque se mantiene el propulsor de 3,2 litros, aunque la potencia sí se ve incrementada considerablemente: alcanza los 343 CV, por lo que se logra una potencia específica de más de 100 caballos por litro, que le ayuda a bajar por primera vez de 5,0 segundos en la aceleración de 0 a 100 km/h: 4,8 s.

En lo que sí se nota un paso adelante es en el interior, que resulta mucho más refinado, aunque todavía sigue siendo tan negro y discreto como en todas las versiones anteriores.

Dinámicamente me transmite la sensación de ser un coche más pesado que el E36, aunque los datos oficiales demuestran que tampoco iba tan lastrado: incrementaba su peso en 110 kilos.

Si tengo que quedarme con algo es con su motor, que sube de vueltas sin desfallecer hasta las 8.000 rpm.

BMW M3 E90 (2007-2014)

Pero para peso pesado el E90, que es el único hasta la fecha que ha superado los 1.600 kilos de peso, concretamente pesaba 1.605 kilos. Pese a ello, solo engroda 35 kilos, que no es como para tirarse de los pelos... 

También fue muy criticado por dejar atrás los motores de seis cilindros en línea y sustituirlos por un V8. Pero te garantizo que es un coche con mucha esencia M3. Para empezar tiene un sonido espectacular y un empuje soberbio. Cuando lo subes de vueltas saca a relucir un carácter que sus predecesores no son capaces de igualar. No en vano alcanza los 420 CV de potencia.

En su momento, cuando salió al mercado, tuve ocasión de probarlo con el cambio de doble embrague DKG y recuerdo perfectamente su brutal aceleración desde parado gracias a la función 'Launch control', aunque el modelo que aquí conduzco cuenta con transmisión manual.

Si tuviera que quedarme con algo de este coche es sin duda con su agresivo concepto estético. Su capó abultado deja claras sus intenciones desde el primer momento, así como sus musculosos pasos de rueda y su interior completamente renovado que, por primera vez incluye sistema de control iDrive, así como inserciones de fibra de carbono y tapicería bitongo.

Además, es mucho más avanzado tecnológicamente, ya que es el primero en contar con el sistema Drivelogic, que ofrece seis programas para el cambio de marchas, que puedes seleccionar a tu antojo.

BMW M3 F80 (2014…)

Qué te voy a contar de la última generación del M3, cuya denominación interna es F80. Lo mejor es que te leas la prueba que publicamos en el momento de su presentación. Pero no quiero dejar pasar la oportunidad de contarte lo que se siente a los mandos de este maquinón que vuelve a la mecánica de seis cilindros, pero que suma dos turnos para lograr que sea el coche con la mejor aceleración de 0 a 100 km/h de toda la saga (4,1 segundos) y cuyo sonido llega a mis oídos a través de los altavoces del equipo multimedia, pero que, en cualquier caso, me pone la carne de gallina.

Y, por supuesto, tampoco he querido dejar pasar la oportunidad de desconectar todos los controles y ver cómo se las gasta el nuevo M3 y sus 431 CV. Qué fácil es ponerlo 'de costado', qué entrega de potencia, qué sencillo me resultó 'ponerlo en su sitio' de nuevo. Qué quieres que te diga, ¡me encanta!

El BMW M3 es un coche con mucha historia y sobre el que ya hemos publicado otros muchos contenidos. Pincha en el siguiente enlace si quieres conocer los tres mejores BMW M3 de la historia.

Por mi parte solo deseo que el departamento ///M de BMW siga con tan buena salud, que sus deportivos sigan sorprendiéndonos en cada nueva generación y que los cambios en las normativas de emisiones no ensombrezcan el futuro de este tipo de coches. Aunque estoy convencido de que un M3 siempre será un M3, aunque tengamos que acostumbrarnos a que pasen a ser híbridos o incluso eléctricos…

¡¡¡FELIZ ANIVERSARIO!!!

¿Buscas un punto de vista diferente? Mira la prueba del BMW M3 Competition Pack de nuestros amigos de Top Gear.

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