Prueba: Citroën C3 Aircross 2021

El Citroën C3 Aircross 2021 que protagoniza prueba no es un modelo completamente nuevo, sino un lavado de cara del que apareció en 2017. Eso quiere decir que estamos ante un coche que ha llegado más o menos a la mitad de su vida comercial. 

Por eso no deberías esperar cambios brutales, aunque un rápido vistazo a las fotos te muestran un frontal nuevo, más atractivo, poderoso y modernos y algunos detalles diferentes: aparecen 70 nuevas combinaciones fruto de combinar los colores de la carrocería (aparecen tres tonos nuevos), diversas combinaciones de colores (el techo puede ser blanco o negro) y cuatro ambientes interiores.

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Inicio la prueba del nuevo C3 Aircross 2021 (que en Citroën definen como SUV) por las calles de Zaragoza al volante de un PureTech 130 automático, una opción que llegó a la gama hace un par de años (puedes leer aquí la prueba del Citroën C3 Aircross 2019). Como en el anterior modelo, es Aisin quien se encarga de colocar una caja con convertidor de par con seis velocidades que funciona mejor que bien.

Salgo de los semáforos sin sensación de pesadez y, como siempre, siento quizá demasiado las vibraciones y la vibración del motor. Es un tres en línea de 1,2 litros por lo que milagros, los justos: es lo que tienen este tipo de propulsores.

El C3 Aircross es un coche tranquilo

Al salir a autopista, nada nuevo, lo que por otro lado no está nada mal. Tiene mucha calidad de rodadura gracias a una estabilidad lineal elevada, a una batalla de 2.604 mm y a un tarado de suspensiones que aunque no es firme, contiene los movimientos de la carrocería a la hora de pasar por juntas de dilatación o alguna irregularidad. 

A velocidad mantenida (a 120 km/h gira a unas 2.400 rpm) la rumorosidad se mantiene a raya y cuando bajas a 100 apenas superas las 2.000 vueltas y el silencio aumenta bastante.

La prueba del Citroën C3 Aircross se pone divertida cuando enfilo una carretera secundaria camino del Pirineo Oscense. Seguro que no te descubro nada nuevo si te digo que con este coche probablemente no vas a conseguir el mejor tiempo en ningún puerto de montaña. Pero es que tampoco es su cometido.

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Aun así, empiezo con ganas: unas buenas curvas enlazadas me provocan, así que entro al trapo. El C3 Aircross me muestra su disconformidad con bastante subviraje y con olor a frenos. Normal: bajo el ritmo y lo conduzco como se supone. La cosa cambia: la carrocería no se mueve demasiado, los frenos se muestran más que capaces y la dirección cumple su cometido a la perfección. Es agradable y más efectivo de lo que esperaba.

Si llegas a un vehículo más lento,  puedes confiar al siempre efectivo pisotón al acelerador para que la caja automática escoja la relación más adecuada, o bien hacerlo a mano. La verdad es que le encuentro pocas pegas: las leyes del cambio le van de maravilla a este pequeño SUV del segmento B.

Interior del C3 Aircross 2021

Su interior apenas cambia, aunque lo que sí lo hace añade un plus. Salvo en el acabado básico, los asientos que te recogerán son los Advanced Confort, que sujetan el cuerpo muy bien y además han sido estudiados para ofrecer una comodidad superior. Los estrenó el C4 Cactus y siguió la estela el Citroën C5 Aircross.

Tengo que admitir que al ver la forma tenía mis dudas, pero la verdad es que recogen bien el cuerpo y, aunque una postura tan erguida como la que tiene este modelo no es de mis favoritas, la verdad es que estuve cómodo en todo momento: los muslos y la espalda apoyan bien y en curvas no vas de un lado para otro. 

También tengo buenas palabras para las plazas traseras. Como en el anterior modelo, hay mucho espacio para la cabeza y no da sensación de ahogo gracias a unas ventanillas grandes y al propio diseño del habitáculo. La banqueta se desplaza 150 mm hacia adelante para ampliar el maletero, aunque también nos viene bien a los sufridos progenitores con uno o dos niños en sillitas infantiles, ya que te los puedes acercar.

Otra de las novedades es el sistema de infotainment con una nueva pantalla de nueve pulgadas. Buena resolución y gráficos, radio digital y navegador según acabados... Lo cierto es que la única pega que le puedo poner es la que suelo encontrar en estos modelos que prescinden de botoneras clásicas: hay que tocar demasiado la pantalla para hacer cosas que a priori son sencillas como subir la temperatura o cambiar la emisora de radio.

En todo caso, termino esta prueba del nuevo Citroën C3 Aircross con muy buen sabor de boca. Se trata de un SUV urbano del segmento B con buenas aptitudes para moverse tanto en recorridos urbanos o interurbanos y además no le tiene miedo a una buena carretera de curvas, siempre y cuando recuerdes que lo suyo es llevarte de A a B con un diseño divertido, comodidad interior y mucha personalidad.