Bentley Continental GT: el cielo puede esperar

Mucho ha llovido y mucho ha cambiado la marca desde que comenzó fabricando motores para aviones que combatían en la Primera Guerra Mundial hasta hoy, que (tras muchas décadas junto a Rolls-Royce) forma parte del grupo Volkswagen. Sí, el Bentley Continental GT de esta prueba tiene más genes alemanes que británicos. Para empezar, se asienta sobre la base del Volkswagen Phaeton y se mueve gracias al conocido motor W12 del grupo (en este caso es biturbo). Además, otros detalles como los botones del cierre centralizado o los gráficos de la pantalla de la consola son de procedencia germana.

Que no cunda el pánico: esto está motivado por aprovechar las sinergias del grupo. El Bentley que tengo entre manos es el modelo 2011 y presenta una serie de cambios (casi todos exteriores), que lo hacen más actual. Déjame que te cuente ahora qué se siente cuando te pones a los mandos. Lujo, mucho lujo se respira en el interior del Bentley Continental GT. Su diseño mezcla elementos totalmente retro, como el reloj Breitling que preside la consola central o los tiradores que abren y cierran las salidas de aire, con otros puramente actuales. Y este juego entre tradición y modernidad aparece envuelto en unos materiales y pieles realmente buenos a la vista y al tacto. Sin embargo, es una pena que el espacio interior esté tan desaprovechado...

¿Dónde han ido a parar los 4,8 metros de largo y 2,75 de batalla? Por increíble que parezca, en este coche se echa de menos una mayor habitabilidad. Al volante sorprende la agilidad que transmite. De alguna manera, los ingenieros han conseguido que dos toneladas y media no sean torpes a la hora de moverse. No quiero decir con esto que sea un modelo apropiado para irse de rally por una carretera de montaña (si lo intentas, las inercias se empeñarán en ponerte las cosas complicadas). Pero sí te digo que la firme suspensión (muy bien puesta a punto) y la dirección, tan rápida como informativa, se alían para que tengas una experiencia de conducción medianamente deportiva.

Sobre el motor del Continental GT... ¿qué puedes esperar de un W12 6.0 biturbo con 575 CV? Pues eso, un auténtico torrente de empuje, aunque suave y refinado. El consumo es su gran asignatura pendiente, pero teóricamente mejorará cuando llegue el nuevo Bentley Continental V8 con cambio automático de ocho marchas el año que viene.

En este vídeo puedes ver cómo ponemos a prueba la capacidad de aceleración del Bentley Continental GT: