Prueba Audi RS 5 Coupé: adictivo es poco

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Hay días en los que no te cuesta madrugar cuando quedas a primera hora de la mañana con el fotógrafo.  Sobre todo si lo que te espera en el garaje, aunque el despertador suene a las 06:30 horas, es un coche que guarda bajo el capó un motor V6 biturbo con 450 CV y 600 Nm de par, que acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y logra una velocidad punta de 280 km/h. Probamos el Audi RS 5 Coupé.

Vestido de un rojo espectacular y con unas enormes llantas de 20 pulgadas, el nuevo Audi RS 5 ruge menos de lo esperado cuando pulso el botón de arranque. La culpa la tiene la doble sobrealimentación, que ahora se encarga de aumentar la presión en cada uno de los seis cilindros del nuevo bloque motor (el anterior RS 5 montaba un V8 atmosférico). No es un buen comienzo, la verdad, pero todo se me olvida cuando pongo la palanca del cambio en la D y hundo el pie derecho. Es entonces cuando me doy cuenta de que voy sentado en un verdadero RS y que por delante me esperan muchos kilómetros de diversión y disfrute. La pregunta es: ¿qué han hecho los jefes de Audi para mejorar un coche que ya era de por sí muy bueno? Fácil: han empezado por el peso. Para ganar en eficacia y rendimiento, los responsables de la marca de los aros han sometido al RS 5 a una dura dieta de adelgazamiento que ha logrado quitarle 60 kilos de un plumazo. Todo, gracias al uso de materiales como el aluminio y la fibra de carbono. 

Vídeo: así es y así suena el nuevo Audi RS 5 Coupé 2017:

En marcha se nota mucho más inmediato, que reacciona antes a tus órdenes, tanto del volante como del acelerador. Reacciona al instante y eso es lo que uno busca en un coche así. Me lanzo a por el mejor tramo de curvas que conozco, buscando el corte de inyección en cada marcha. El sonido que sale ahora de los escapes, cuando fijas la aguja del cuentavueltas en la zona alta, es bastante más estimulante que al principio y a régimen bajo. 

Un motor que es una delicia

La fuerza del V6 biturbo se dirige a las cuatro ruedas a través de una transmisión de ocho velocidades Tiptronic, que funciona a la velocidad del rayo y responde sin molestos tirones. No hay esperas entre que accionas una leva en el volante y el cambio actúa. Por cierto, la tracción integral quattro incluye un diferencial central autoblocante para ganar en tracción sobre superficies con poca adherencia (en condiciones normales, el reparto de fuerza es del 60/40 entre el eje trasero y el delantero). Si lo prefieres (se paga aparte), también puedes contar con otro diferencial para el eje trasero, que sería la guinda si buscas realmente un deportivo con mucho poder de aceleración a la salida de las curvas.

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Todos estos detalles son los que hacen que la conducción del Audi RS 5 sea excepcional desde el punto de vista dinámico. Además, con el sistema Audi Drive Select (es de serie), puedes convertir a este atleta en un cómodo rutero con el que atravesar media España sin que tus riñones se quejen o en un velocista de verdad, capaz de poner a prueba tu destreza al volante. Al límite exige, pero no tanto como un BMW M4. En otras palabras: se lleva fácil a ritmos muy altos y te perdona los errores como si fuera una madre. 

Los frenos responden y se comportan como uno espera de ellos en un coche como este. En esta unidad son cerámicos (más de 7.000 euros extra), lo que hace que la palabra fatiga no aparezca en el vocabulario de este RS 5. Siempre guardan mordiente para cuando quieras apurar un poco más la frenada, ya sea en una carretera de montaña o en un circuito. Y sí, no he dicho ninguna locura: este Audi RS 5 es carne de circuito. 

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Llega el momento de bajar el ritmo y analizar otros apartados. Al nuevo RS 5 lo reconocerás rápidamente porque tensa mucho más la elegancia de líneas del resto de la gama A5. El equipo de diseño se ha inspirado en el Audi 90 quattro, con unas enormes entradas de aire, una parrilla Single Frame más ancha y plana y faros tintados. Detrás, el difusor RS y el escape específico, junto con el spoiler, hacen que su imagen sea absolutamente poderosa.

Por dentro, el negro es el color predominante. La deportividad y el lujo se dan la mano con unos materiales de muchísima calidad y unos ajustes soberbios. Los asientos RS tapizados en cuero recogen perfectamente la espalda y te ponen frente al volante en una posición perfecta. Los logos RS están también en el volante, los umbrales de las puertas y en el selector del cambio. Me queda hablarte del precio: 99.390 euros, algo más caro que un BMW M4 o un Mercedes-AMG C 63. Pero vale cada euro que cuesta.

Control sencillo para una velocidad endiablada

Mejores prestaciones, más deportividad, mayor precisión en la conducción… El nuevo RS 5 supera al anterior en todo y lo hace con dos cilindros menos y la misma potencia. Lo bueno es que no tienes que ser un especialista al volante para poder disfrutar de toda la fuerza de su V6, porque todo el conjunto es tan equilibrado, que te lo pone muy fácil. Un BMW M4 es mucho más exigente al límite, lo mismo que un Mercedes C Coupe AMG. Tú decides. En cualquier caso, la adrenalina te va a brotar a raudales.