Seis pasos para no dejar rastro de moho en tu coche

A priori puede parecer poco probable que el moho aparezca en tu coche, pero pocas semanas en según que condiciones serán únicamente necesarias para que este elemento haga acto de presencia en el interior del vehículo y convierta muchas superficies en auténticos ecosistemas con vida propia.

El moho se alimenta de moléculas orgánicas: hidratos de carbono, grasa o proteínas son elementos que lo hacen crecer. El más común suele ser más bien azulado, con tintes verdosos y grisáceos. Según Christoph Drexler, un experto en este tema, asegura que suele ser Penicillium, cuyo olor intenso suele ser característico. Otro más complicado de encontrar es el Aspergillus, que es más crítico para la salud y suele esconderse y crecer en tapicerías.

Huellas en los tiradores, estornudos sobre el volante, suciedad diversa: todo esto es alimento para el moho. Afortunadamente sólo en personas muy sensibles puede provocar un problema de salud. En coches bien ventilados, las esporas que lo provocan suelen ser mínimas. Pero si tienes el coche cerrado en un parking durante mucho tiempo, con cierta temperatura, pueden aparecer. En estos seis pasos vas a aprender cómo eliminar el moho de tu coche: ¡toma nota!

1- Frotar en profundidad

Lo primero es sacudir con fuerza alfombrillas y tapicería antes de lavar con un detergente adecuado y, eso sí, mucha agua limpia. Posteriormente, hay que dejar que el coche se seque bien para poder seguir con el proceso. Tranquilo, no debería llevarte demasiado tiempo.

2- Fuera suciedad

En muchos coches (seguro que te sientes identificado) bajo los asientos o en huecos como los bolsillos de las puertas aparecen papeles y otros residuos que deben retirarse. No olvides los recovecos de los asientos (por ejemplo la unión de la banqueta y el respaldo) donde se acumula mucho polvo.

3- Limpiar el interior

Tienes que tener cuidado con el impacto que puede tener el limpiador en los materiales. Usar el cepillo (siempre que sea el adecuado) únicamente en las zonas menos accesibles. No presiones mucho en la tapicería: puedes acabar dañando los hilos.

4- Piezas móviles

Dentro de lo posible: deberías desmontar las piezas sucias para limpiarlas mejor. Si no puedes, echa mano de escobillas, esponjas y demás artefactos que te permitan llegar bien a la suciedad. Tampoco olvides usar trapos limpios para limpiar y eliminar los restos que puedan quedar (espuma, etc.) con un trapo húmedo.

5- Aspirar tapicería

Hay aspiradoras denominadas 'húmedas' que eliminan la suciedad de la tapicería soltando agua y jabón. Pero antes, es mejor hacer una aspiración seca para retirar todo el polvo posible. En cualquier caso, para evitar malos ores o cercos de agua, el coche debe quedar totalmente seco una vez terminada la operación.

6- Antiesporas

Es curioso que mucha gente no sabe que existen este tipo de productos. Se trata de un 'spray' pensado para desinfectar el climatizador y sirve para matar las esporas que hay en el ambiente. Haces una pulverización de acuerdo con las instrucciones y cuando activas los aireadores el producto se extiende por todo el habitáculo.