Cómo comprar coche en 2023, aclaramos tus lógicas dudas
Puedes comprar un coche sí; pero también puedes alquilarlo en renting, por suscripción...
Lo de decidir qué coche me compro es una pregunta cuya respuesta se ha complicado en los últimos tiempos. Antes la gran incertidumbre era si decantarse por diésel o gasolina; ahora, además del tipo de propulsión hay que valorar si es mejor compra tradicional, renting, suscripción... En las próximas líneas vamos a tratar de aclarar tus dudas sobre cómo comprar coche en 2023.
Un informe de la patronal de concesionarios Faconauto afirma que los españoles se decantan por el vehículo privado como la opción de movilidad más relevante, por encima del transporte público, el taxi y las VTC. Ganan adeptos las nuevas tendencias tales como el carsharing o la suscripción, pero la diferencia todavía es muy marcada.
El estudio revela que, en lo que a adquisición de vehículos se refiere, en España seguimos siendo bastante clásicos ya que utilizamos (mucho) los canales online para recabar información sobre los modelos que nos interesan, pero para cerrar el proceso el 93% visita al menos dos concesionarios. Parece que lo de comprar sin ver y tocar, no termina de convencer...
En las próximas líneas vamos a repasar cuáles son las opciones para comprar coche en 2023. Lo haremos desde un punto de vista objetivo, describiendo en qué consisten, sus ventajas e inconvenientes para que seas tú quien decida cuál es la más acertada en casa caso.
Compra tradicional
Aunque las nuevas generaciones vienen con otra mentalidad, en España sigue estando muy arraigado el sentimiento de propiedad. Es por es que comprar el coche a la vieja usanza, es decir, firmando un contrato que convierte al titular en dueño del vehículo sigue siendo la fórmula con más adeptos.
Pero incluso teniendo claro que queremos ser conductores/propietarios hay decisiones que tomar. Son varias las alternativas para afrontar el pago del vehículo que se puede abonar al contado, financiado...
Pago al contado o financiado
Si cuentas con suficiente liquidez puedes pagar en mano el precio total del coche. Ahora bien, en este caso, el vendedor tendrá que volver a hacer la tasación ya que los precios con descuento que anuncian las marcas siempre están sujetos a aceptar las condiciones de financiación.
Cada marca establece sus propios criterios de financiación que varían, sobre todo, en función de si el fabricante tiene su propia financiera o trabaja con entidades bancarias externas. Es importante que tengas en cuenta que en el precio que aparece en el anuncio no se incluyen los intereses que pagarás durante meses por lo que para saber si la financiación es interesante debes calcular cuántos habrás pagado al abonar la última cuota.
Si aceptas la financiación, el vendedor calculará las cuotas mensuales a abonar en función de la cantidad que pagues de entrada y el tiempo que quieras extender el contrato (suele ser un mínimo de tres años).
La pregunta es: ¿qué resulta más rentable financiar un coche o pagarlo al contado? Dado que el pago inmediato no conlleva intereses, es lógico pensar que la factura final será más económica pero no es así. Como decimos, las marcas vinculan sus descuentos a la financiación, de manera que sin financiación, no hay rebaja en el precio. Además, la financiación conlleva una serie de regalos en forma de operaciones de mantenimiento gratuitas o extensión de la garantía sin sobrecoste.
Al cerrar las cuentas, lo habitual es que el pago al contado y la financiación sean casi iguales; la mayoría de los conductores optan por pagar a plazos porque además de no tener que hacer el desembolso inicial se llevan las revisiones y la garantía gratis.
Renting (tradicional o flexible)
Si ordenamos las opciones para estrenar vehículo en 2023 de las más a las menos populares, el renting de coches ocupa la segunda posición.
En este caso es la empresa de renting la que compra el coche y cede el uso y disfrute al titular del contrato que a cambio de utilizarlo como si fuera suyo paga una cuota mensual. La titularidad siempre corresponde al alquilador y, como tal, es quien asume el pago de los impuestos. Como norma general, la cuota a abonar incluye el seguro, mantenimiento, asistencia en carretera, ITV... La cantidad a pagar depende del modelo, la duración del contrato...
Una vez finaliza el contrato, el conductor debe devolver el coche (al contrario de lo que sucede con el leasing que incluye opción a compra).
Dentro del alquiler a largo plazo hay una nueva tendencia que reduce el tiempo en que el conductor se vincula con el coche. El renting tradicional suele exigir una duración mínima de dos o tres años, mientras que el renting flexible ofrece las mismas ventajas pero en un tiempo mucho más reducido que pueden ser meses, semanas e, incluso, días.
Pago por suscripción
El concepto de Netflix trasladado a la compra de coches es el pago por suscripción. Existen varias similitudes entre esta opción y el renting: no hace falta abonar una entrada; el coche no se compra solo se disfruta; entre la empresa propietaria y el tomador del contrato se establece un vínculo temporal que conlleva el pago de una cuota mensual.
Pero también hay diferencias como la duración del contrato que es menor en la modalidad de suscripción.
Pero sin duda la gran ventaja del pago por suscripción es que el titular del contrato puede rescindir el acuerdo en el momento en que lo desee sin tener que asumir ninguna penalización. También puede mantener el contrato pero cambiar de coche si, por ejemplo, de repente necesita uno más grande; antes, eso sí, la empresa le ajustará la cuota mensual al nuevo vehículo.
El precio de un coche por suscripción suele ser más bajo que el del renting, salvo que el contrato se alargue en el tiempo.
Carsharing
Dejamos para el final una opción que si bien es cierto que tiene más seguidores, por el momento, que el pago por suscripción su duración es tan corta que no nos atrevemos a llamarlo compra. Ahora bien, satisface las necesidades de movilidad a la perfección (o casi).
Hablamos de la movilidad compartida o carsharing. Esta opción se afianza grandes ciudades como Barcelona, Madrid o Sevilla en las que las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) limitan la circulación de vehículos particulares y dificultan acciones cotidianas como el estacionamiento.
Los coches compartidos están pensados para traslados puntuales. El usuario reserva el vehículo (normalmente coches eléctricos) a través de una aplicación móvil y lo encuentra aparcado en un punto cercano a su ubicación. El vehículo se desbloquea con el teléfono y la tarifa empieza a contar en el momento en que se pone en marcha.
El usuario de carsharing puede reservar su uso desde unos minutos, hasta unas horas e, incluso días; cuanto más tiempo reserve, más barato le resultará.
Descubre más sobre Noelia López, autor/a de este artículo.
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