Opinión: ¿están Waze y demás apps similares en serio peligro?

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Que levante la mano todo aquel que tiene un coche y un teléfono móvil en el que esté descargada la aplicación Waze o alguna similar como Social Drive. Vaya... desde aquí no vemos ningún brazo alzado. Bromas aparte, este tipo de apps móviles se han convertido en un auténtico quebradero de cabeza para las autoridades, que ven cómo sus métodos de control de cara a pillar a aquellos conductores que quebranten la ley han bajado considerablemente su eficacia. El funcionamiento de las mismas es sencillo, pues son los propios conductores los que avisan de controles móviles de velocidad o de alcohol y/o drogas.

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De esta forma, la Guardia Civil no puede sorprender a todos los conductores que circulen sin cumplir la ley, con el peligro que ello conlleva tanto para ellos como para el resto de usuarios de la vía. De un tiempo a esta parte, se ha hecho público que la DGT y demás organismos quieren luchar contra este tipo de aplicaciones porque las consideran, con razón, un atentado contra la seguridad vial. Vale que algunos controles de velocidad no están situados en los lugares donde realmente son necesarios, pero hay otros que sí. Y sobre todo hay que tener en cuenta los controles de alcohol y drogas. Todo aquel que conduzca bajo los efectos de estas sustancias está jugando con la vida de los demás, y eso no es admisible. Dar una posibilidad a este tipo de gente de burlar la ley es contraproducente para todos. Incluso si nos ponemos en un caso más extremo, Waze y compañía pueden servir a delincuentes de mayor rango para evitar a las fuerzas del orden.

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¿Es posible que se actúe legalmente contra este tipo de aplicaciones móviles? A día de hoy no. No existe manera de prohibir el uso de estas aplicaciones. Se ha llegado incluso a plantear la posibilidad de poder comprobar los móviles de los conductores en controles rutinarios, pero es algo que no se puede llevar a cabo sin la correspondiente orden judicial. Las autoridades tienen los dedos pillados en este sentido, al menos hasta que la nueva legislatura gubernamental pueda ponerse manos a la obra con el tema. Eso sí, se encuentra en un área tan gris de la normativa que será complicado evitar que este tipo de avisadores, al depender de los propios usuarios, puedan pasar a mejor vida.

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La única forma en la que las autoridades pueden actuar contra los conductores chivatos es si se comprueba que han enviado alguna fotografía o vídeo acerca de un control, sea de la índole que sea. Si tan sólo se ha avisado a través de una aplicación de su emplazamiento no hay nada que hacer. Ante esto, la Asociación Pro Guardia Civil ha propuesto la reforma de tres normativas, como las la de la ley de Seguridad Ciudadana, el Código Penal y la ley de Tráfico, con el objetivo de que se prohíba a los conductores avisar y a las webs o aplicaciones como Waze publicitar esos avisos.

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Mientras esto prospera, algo para lo que tendrá que pasar bastante tiempo, la Guardia Civil ha empezado a cambiar de estrategia en algunos lugares de España. ¿Cómo? Con controles dinámicos. Es decir, en el caso de los de alcoholemia y drogas, el vehículo en cuestión se desplazará en una zona determinada para, aleatoriamente, detener a algunos conductores y realizar las pruebas pertinentes.

Estamos por tanto ante un tema realmente peliagudo cuyo devenir será de interés general, pero que, como decíamos, tardará en avanzar hacia la ilegalización. Desde AutoBild.es sólo nos queda hacer un llamamiento a lo que es realmente importante, el sentido común. Si los límites de velocidad están puestos, es por algo. Y, más importante aún, todos sabemos lo que puede pasar si cogemos el coche después de haber ingerido alcohol o algo peor. No tentemos a la suerte, ni a la nuestra ni, sobre todo, a la de los demás usuarios de la vía.

Ya que hemos llegado hasta aquí, ¿quieres saber cuál es tu coche ideal?