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Opinión: Por qué España no avanza en la instalación de cargadores para coche eléctrico

Por qué España no avanza en la instalación de cargadores

La instalación de cargadores en España no avanza, o lo hace muy lentamente, muy por debajo de los objetivos marcados. Actualmente hay poco más de 20.000 puntos de carga, cuando la cifra debería ser de 45.000, según Anfac.

El coche eléctrico se ha convertido en España en un quiero y no puedo. ‘No puedo’, porque es un producto caro, por un lado. Pero también son muchos los españoles, cada vez más, que se interesan por un vehículo eléctrico y, pudiendo comprarlo, no lo hacen debido a la escasez de puntos de carga. Entonces surge la pregunta: ¿Por qué España no avanza en la instalación de cargadores?

Ese quiero y no puedo es también del Gobierno. O, más bien, habría que decir, un ‘quiero, pero no lo hago’. A lo largo de la pasada legislatura hemos escuchado en innumerables ocasiones, tanto al presidente Pedro Sánchez como a varios de sus ministros, hablar de emergencia climática y la necesidad de luchar contra el cambio climático.

Luchar contra el cambio climático, apostando por energías renovables y con iniciativas como la descarbonización del transporte. También hay que decir que este no es un discurso elaborado por el Gobierno, sino que viene ya redactado desde Bruselas. En los demás países miembros de la UE el relato es el mismo.

Recarga Smart Charging de coches eléctricos

De hecho, en 2021, el Gobierno de España aprobó la Ley del Cambio Climático, ley similar a la que hay en Francia, por ejemplo. Ley que, entre otras medidas, estableció la implementación de las Zonas de Bajas Emisiones a partir del 1 de enero de 2023, en los municipios de más de 50.000 habitantes. 

El discurso ecologista se intensificó en la pasada campaña electoral, siendo Sumar, la formación política dirigida por Yolanda Díaz, la principal valedora de las políticas verdes.

Pocos puntos de carga instalados

Por qué España no avanza en la instalación de cargadores

Sin embargo, tras cinco años de Gobierno, supuestamente, ecologista, la realidad es que no hemos avanzado mucho en lo que respecta al coche eléctrico, al menos, si nos comparamos con otros países, pese a que las ventas no paran de crecer. Pero lo hacen con el freno de mano echado, debido a la falta de infraestructuras para cargar baterías.

Los datos son muy elocuentes, si los comparamos con otros países de la Unión Europea, a pesar del notable impulso que se hizo en este sentido el año pasado, con la instalación de más de 8.000 nuevos puntos de carga.

Al cierre del primer trimestre de 2023, en España hay 20.243 cargadores, una cifra ampliamente superada por países como Francia, Alemania o Países Bajos. El caso de este último es singular, ya que, con una superficie equivalente a la región de Extremadura, cuenta con unos 137.000 puntos de carga.

Por otro lado, hay otros 7.400 cargadores pendientes de activar, a la espera de la correspondiente licencia de las administraciones públicas, gestión de las distribuciones eléctricas y otros problemas burocráticos. He aquí una de las causas que impiden el avance de infraestructuras de recarga de coche eléctrico en España, la burocracia.

Son números muy pobres que dificultan el cumplimiento de los objetivos de emisiones impuesto por la Unión Europea en plan ‘Fit for 55’, de reducir los gases de CO2 en un 55% en 2030, con respecto a valores de 1990. Para lograrlo, la patronal Anfac estima que España debería cerrar este año con 45.000 cargadores, más del doble de los que hay.

Y son aún más pobres si los comparamos con el objetivo de 100.000 puntos de carga para 2023 que se propuso el Ministerio de Transición Ecológica hace unos años, un objetivo imposible de cumplir, aunque no nos va a sorprender ahora que un político incumpla aquello que propone o promete.

De cara a 2030, el objetivo es que en España haya unos tres millones de coches eléctricos circulando por las carreteras, pero, según Anfac y Faconauto, para conseguirlo serán necesarios tener 340.000 cargadores públicos. Es decir, unos 320.000 más de los que hay actualmente. Se antoja complicado.

Por qué España no avanza en la instalación de cargadores para coche eléctrico

Por qué España no avanza en la instalación de cargadores

Volvemos a la pregunta del principio: ¿Por qué España no avanza en la instalación de cargadores para coche eléctrico? Un motivo ya lo he esbozado, la burocracia. Pero también hay que señalar la falta de financiación.

Es necesario un esfuerzo conjunto por parte de las diferentes administraciones públicas y el sector privado, ya que, sin una suficiente red de cargadores, no será posible aumentar el número de coches eléctricos. 

Hay que tener en cuenta que el coche eléctrico es una inversión muy potente y quien se lo compra quiere tener la certeza de que podrá usarlo como un vehículo de combustión, es decir, no sólo para trayectos cortos en ciudad sino también para cubrir trayectos largos, sin miedo a quedarse tirado.

Empresas privadas como Repsol y varios fabricantes de automóviles como Audi están trabajando para potenciar la infraestructura de estaciones de carga. Pero es necesario el apoyo del sector público. 

Es decir, hay que invertir más y eliminar las barreras burocráticas. Del mismo modo que hay que modificar las ayudas a la compra de vehículos eléctricos del Plan MOVES III, para que esas ayudas sean directas y en el momento de la compra, no después.

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.

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