Olvídense de la victoria 33 de Fernando Alonso

A comienzos de temporada, allá por marzo, escribí una columna de opinión justo antes de que el primer Gran Premio de Fórmula 1 diese el banderazo de salida. Eran momentos de euforia disparada tras el buen rendimiento de Aston Martin en los test, un dato objetivo sin duda alguna. 

Dato que venía acompañado de una subjetiva campaña sobre la victoria 33, lanzada por el propio Alonso con la socarronería que le empieza a caracterizar cuando se manifiesta en redes sociales y comprada (y amplificada al máximo) por su corte de seguidores, entre los que se incluyen los que tienen altavoz mediático en medios de comunicación. 

Alonso es un gran piloto, pero el coche manda

Yo decía entonces que eso ya lo había visto muchos años, que Alonso es un pilotazo (para mí sigue teniendo las mejores manos de la parrilla), pero eso en Fórmula 1 no es suficiente. Sobre todo si debes competir todas las carreras con dos misiles que lucen los colores de Red Bull, además de con escuderías que manejan presupuestos mayores y tarde o temprano van a evolucionar más y mejor sus mecánicas. 

Por eso, la única opción era un fin de semana donde Verstappen y Pérez tuvieran a la vez algún incidente en forma de salida de pista o avería y el tercero (por aquel entonces sí que era Alonso) pudiera ganar la carrera. Es decir, prácticamente una carambola.

Hasta McLaren evoluciona mejor

¿Qué ha pasado? Pues que la lógica se ha impuesto. Ni Red Bull ha tenido el mínimo problema para dominar con puño de hierro en la primera parte de la temporada ni el resto de gigantes (Mercedes, Ferrari, incluso McLaren desde Silverstone) se han quedado atrás. 

Esto, unido al estancamiento de Aston Martin…. Suflé pinchado. A luchar por el quinto puesto, un lugar sin duda muy meritorio, pero que va a anular las posibilidades reales de que este año suba la 33 al casillero de victorias del piloto asturiano. Lo normal, incluso, es que sea más fácil que llegue la 2 que la 33, es decir, que Carlos Sainz vuelva a subir a lo más alto del cajón. Porque el piloto madrileño, alejado del foco de Alonso, sí que está viendo como el rendimiento de su monoplaza mejora cada carrera.

Disfrutemos de esta temporada, con dos españoles punteros

Disfrutemos de las carreras allá donde paséis las vacaciones, sobre todo en este final de julio con dos grandes premios seguidos. Porque tener a dos pilotos españoles siempre luchando en la Q3 es algo que echaremos de menos en unos años. Además, con dos coches competitivos. 

Quizá nos hemos malacostumbrado, pero yo todavía recuerdo cuando un séptimo puesto de Pedro de la Rosa con su Arrows llegaba a ser portada en los principales diarios deportivos. Pocos esperábamos entonces ver a dos pilotos españoles luchando cada Gran Premio por entrar en el top 5.