Como siempre, el coche es el más perjudicado

El otro día estuve en Barcelona de breves vacaciones. Tan breves, que solo disfruté de la Ciudad Condal 17 horas. Pero en ese corto espacio de tiempo, además de ver a Madonna -gran concierto, por cierto-, tuve la ocasión de admirar lo bien montada que está la urbe para el uso de las bicicletas. Las cosas claras y el chocolate espeso, como dice mi madre: está a otro nivel respecto a Madrid, que es donde resido.

Y es que Barcelona se encuentra entre las 10 mejores ciudades europeas para moverse en bici. Cuenta actualmente con 240 km de carriles para su uso, y está previsto que antes de que finalice el año sume 272,6. Según los datos ofrecidos por el Ayuntamiento, al día se producen 220.000 desplazamientos con estos vehículos en la capital de la comunidad autónoma.

Como bien apuntaba Alberto Ruiz Gallardón en una entrevista a El País cuando era alcalde de la Villa : “Sí. Ellos lo han hecho antes y mejor, pero tienen dos ventajas: el clima y la orografía. Barcelona es más cómoda para ir en bici”. Y es totalmente cierto. Madrid tiene unos desniveles que contrastan con lo llano de la ciudad catalana.

Por ese motivo, quizá el promedio de tiempo que se consume en ir y volver al trabajo es mayor en la capital española: 34 y 31 minutos frente a 29,2 y 28,6 minutos que se dedican en la Ciudad Condal.

Y ahora llega Madrid con una gran expansión de BiciMadrid en el momento en el que tiene menos número de abonados -el máximo lo tuvo durante la pandemia-.  ̶G̶a̶s̶t̶a̶r̶á̶  Invertirá 48 millones para tener 600 estaciones y 8.250 bicicletas antes de 2025. 

Así es la nueva bicicleta eléctrica de bicimad: con GPS antirrobo y nuevo diseño

Lo veo genial, de verdad. Pero con la implantación de tanta estación, nos están quitando plazas de aparcamiento. Por ejemplo, en mi barrio, Carabanchel, en menos de 200 metros hay tres nuevas estaciones. ¿Es necesario? Entiendo que en el centro, donde abunda el turismo y las restricciones, sí se dé prioridad, ¿pero en un distrito como este?

Y claro, como siempre, el más perjudicado es el coche. Porque súmale las plazas de aparcamiento que se eliminaron cuando los bares instalaron terrazas en la calzada al verse perjudicados por la COVID.

Está claro que las autoridades quieren matar el coche para sustituirlo por vehículos sostenibles -estas 15 ciudades están avanzando hacia un mundo sin automóviles-. ¿Acaso un coche eléctrico no lo es?

Yo, sinceramente, no seré usuario de BiciMadrid, y menos al conocer que en el periodo que va de 2019 a 2023 hubo 3.847 personas implicadas en accidentes de bici. Y es que me parece una temeridad circular en bicicleta por las calles de la capital por el estado de algunos tramos de sus carriles bici y la mala señalización de los mismos, entre otros motivos. También porque estoy bajo de forma, no te voy a engañar. Pero no me veo bajando la calle General Ricardos con los coches pasándome a 70 km/h bien cerca de mí. Tampoco subiendo la Gran Vía mientras descifro por dónde discurre el carril que me corresponde.