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Vive 50 años con una palanca de intermitente en el brazo

No usar el intermitente conlleva sanción, aunque muchos seguirán sin emplearlo a pesar de leer esto.
En 1963, tuvo un accidente con su Ford Thunderbird. Creía no tener secuelas, lo que no sabía era que, como consecuencia del impacto, una de las palancas de los intermitentes se le había incrustado en el brazo. 50 años después lo ha descubierto y ha tenido que pasar por el quirófano para retirarla.

Curiosa historia la de Arthur Lampitt, un anciano de 75 años que, sin saberlo, ha vivido 50 años con una palanca de intermitente en el brazo.

En 1963, Arthur tuvo un accidente con su Ford Thunberbird. La brutalidad del impacto fue tal que los medios de comunicación aseguraron que no había habido supervivientes. Los hubo, el propio Arthur, que quedó seriamente magullado y con múltiples heridas en una cadera. En el resto del cuerpo, según los médicos, sólo lesiones propias del golpe.

Arthur Lampitt continuó su vida pensado que el accidente no le había dejado secuelas. Lo que no podía imaginar era que, desde aquel fatídico día, llevaba una palanca de intermitente en el brazo.

Lo descubrió un día de casualidad. Tenía que acudir al juzgado y, a la entrada, el guardia de seguridad le advirtió de que el detector de metales captaba algo alargado en uno de sus brazos. Enseguida lo relacionó con el accidente que había sufrido décadas atrás con su Ford Thunderbird.

Repasando las fotos del coche siniestrado se percató de que faltaba una palanca de los intermitentes por lo que concluyó que esa era la pieza que llevaba en el brazo. En un primer momento, los médicos aconsejaron dejarlo todo tal cual, pero hace unos días, Arthur comenzó a sentir molestias y tuvo que pasar por el quirófano para retirar la palanca de intermitente que llevaba 50 años alojada en su brazo (en Worldcarfans puedes ver cómo luce orgulloso su 'trofeo').

Fuente: Worldcarfans

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