Tres ventajas y un problema de la gasolina 95

2022 no ha sido un año para estar a buenas con la gasolina (ni con el diésel): la escalada de precios ha hecho que sea casi un suplicio ir a la gasolinera, y lo peor es que, al menos por el momento, 2023 no pinta mucho mejor. Aún así, no queda otra que echar combustible a nuestros vehículos, así que veamos tres ventajas y un problema de la gasolina 95.

Es más barata

Sí, la primera en la frente. Acabamos de decir que la escalada de precio ha sido insufrible este año… pero aún así, ha sido la gasolina del 95 la que ha salido más “beneficiada” de toda esta vorágine, puesto que, aunque nos costara creerlo al principio, ahora mismo es el combustible más barato que se puede repostar, por delante del gasóleo.

Basta echar un vistazo a un portal como dieselogasolina y ver que desde hace mucho es el que tiene un coste más bajo. Hoy 30 de diciembre está a 1,588 euros el litro, mientras que el diésel estándar cuesta 1,665 euros y las versiones premium de ambos combustibles se van a 1,763 y 1,766 €/l, respectivamente.

Más eficiente y menos contaminante

En términos generales, la gasolina del 95 ayuda a contener el consumo del motor, lo que es bueno para el bolsillo, y al ser menos densa que la del 98, también pesa menos, así que ayuda al ahorro.

Pero también para el medio ambiente, ya que “ayuda” (dentro de lo que cabe) gracias a su composición, ya que tiene el índice de azufre mínimo que se permite en Europa, que es de 10 mg/kg. 

Facilita el arranque en frío

Esta es una ventaja que a aquellos que vivan en zonas muy cálidas no les importará en exceso, pero sobre todo en la época invernal, es una ventaja cuando hay que arrancar el vehículo tras estar expuesto a las bajas temperaturas durante un periodo largo, como, por ejemplo, toda la noche.

Ofrece un menor rendimiento

Al llegar a una gasolinera, para un coche de gasolina hay dos opciones: 95 o 98. El número se refiere a los octanos del combustible que, a su vez, indican la resistencia que este tiene a la autodetonación.

Hay que tener en cuenta que cada motor se ha desarrollado para uno de los dos tipos, por norma general con la gasolina del 98 para propulsores de alto rendimiento que tengan una relación de compresión superior a 10,5:1, y la del 95 para los modelos más convencionales.

Las 5 diferencias entre la gasolina 95 y 98

A pesar de que cada una tiene un enfoque distinto, sí es un hecho que la del 95 ofrece un rendimiento inferior, sobre todo cuando hablamos de aplicarla en coches de altas prestaciones. 

En estos, lo óptimo es utilizar un combustible que tenga la mayor resistencia a la detonación posible, puesto que esto significa que aguanta sin explotar hasta que el pistón alcance el punto más alto posible, en el que la compresión de la mezcla es mayor, porque así, al detonar, se le puede sacar el mayor partido a la energía generada. 

En caso de aplicar gasolina del 95 a un motor pensado para usar la del 98, explotaría antes de tiempo, sin aprovechar todo el recorrido del pistón, y generaría un rendimiento inferior.