Todos los tipos de radares de la DGT que funcionan hoy en España

Los radares son ya un elemento más de nuestras carreteras, prácticamente onminpresentes y cada vez en formatos más diversos, siempre dispuestos a velar por la seguridad de los conductores. Pero, ¿sabes cuáles son todos los tipos de radares de la DGT que funcionan hoy en España?

La Dirección General de Tráfico lleva años invirtiendo de manera continua en estos dispositivos y actualmente en las carreteras españolas hay cerca de 3.000 radares funcionando.

Los radares fijos son los más comunes y están localizados bien en pórticos, normalmente tras paneles luminosos informativos, bien en cabinas situadas al lado de la carretera, que son bastante sencillas de localizar. Su ubicación es pública.

Su funcionamiento es sencillo: emiten una señal de microondas hacia la carretera y ésta rebota en los vehículos que circulan, el dispositivo la recibe y analiza su frecuencia para calcular la velocidad del mismo. También hay algunos que son cinemómetros láser, que realizan el cálculo cuando los vehículos atraviesan los haces de luz que proyectan en la carretera.

Los radares móviles son dispositivos mucho más compactos que se montan en los coches de la guardia civil, por lo que su posición siempre es desconocida. Utilizan el mismo tipo de tecnología que los fijos.

Una variación de estos son los radares veloláser, que son muy compactos y pueden colocarse en las biondas o incluso en las motocicletas de la Guardia Civil, por lo que son incluso más difíciles de detectar por parte de los conductores.

Los radares de tramo son la respuesta de las autoridades al modus operandi con el que los conductores suelen vitar los radares convencionales, el frenazo.

Al contrario que estos, que analizan la velocidad en un punto determinado, los de tramo la analizan la velocidad media que lleva el vehículo entre dos puntos. En el inicio una cámara graba la matrícula y la hora a la que pasa por él y al final hay otra que confirma que ha terminado la sección, calculando el tiempo que ha tardado en recorrerla y sacando su velocidad media.

Otra opción que busca acabar con el mismo problema son los radares en cascada, que consisten en colocar dos o más radares de forma consecutiva para que, si el conductor incrementa su velocidad tras haber frenado para evitar el primero, sea el segundo el que le cace.

Además, desde hace ya tiempo la DGT utiliza tanto los helicópteros Pegasus como los drones para captar infracciones desde el cielo y a grandes distancias.

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Manipular la matrícula para engañar a los radares (4 imágenes)

Los radares de semáforo también son conocidos como radares ‘foto-rojo’ y, como su nombre indica, su función es la de cazar a los conductores que se saltan un semáforo cuando está en rojo.

Los radares de cinturón son cámaras que se utilizan para comprobar que los conductores tienen puesto el cinturón de seguridad y, en caso contrario, multarle. Hay más de 200 operativos en España.

A todos estos podrían sumarse nuevos tipos en los próximos meses y es que en otros países ya están en funcionamiento nuevas tipologías de radar que la DGT, si ve que funcionan, también podría introducir en su arsenal.

Un ejemplo son los radares bidireccionales, que son capaces de poner multas por exceso de velocidad en ambas direcciones; otro son los radares de peso, que analizan la masa de los vehículos que circulan; o los radares térmicos, que analizan la huella térmica del vehículo para comprobar, por ejemplo, cuanta gente hay en uno que vaya por un carril de alta ocupación.