¿Quieres comprar un casco de moto? La DGT te da las tres reglas de oro

Que levante la mano el motero que no se ha pegado una buena ruta una mañana para descubrir, un par de horas más tarde, que ha llevado el casco desabrochado todo el rato. Bueno, al menos a mí me ha pasado alguna vez. Cosas de tener la cabeza llena de aire. Pero por lo que sí has pasado es por el trance de comprar un casco de moto con una mezcla de gusto y dolor.

Gusto porque a todo el mundo le encanta estrenar equipamiento. Y dolor porque a lo mejor has visto el casco de tus sueños... para descubrir que no, que ese precio que tiene lo hace prácticamente imposible de comprar.

La última vez que decidí cambiar mi casco (no diré marcas para que no me acusen de hacer publicidad, pero sí que es italiano) por otro japonés, casi me da un infarto: el que más me gustaba estéticamente (que así es como me guío yo por la vida) superaba con creces los 600 euros.

Así que manos a la obra: un precio tan elevado no se iba interponer a la hora de comprar un casco. Seguro que habría alguna tienda online, un vendedor en algún país extraño o alguien con ganas de hacer un dinerillo en Wallapop, que me ayudara a hacerme con el modelo que, además, pegaba perfectamente con el carenado de mi moto.

De todo esto, una cosa sí que tenía clara: no hay que comprarse el casco más barato. Tampoco uno de segunda mano si no se tiene 100% la certeza de que está sin golpes y sin apenas uso (y a ser posible, poco estornudado). Ni, por supuesto, uno en el 'todo a 100' de tu barrio. Y en esto estoy de acuerdo con la DGT, que acaba de recordar las tres reglas de oro a la hora de comprar un casco:

Lo cierto es que no está de más recordarlo, aunque también lo es que probablemente estos tres puntos ya los lleves grabados a fuego: que sea de tu talla y con buena ventilación es vital, sobre todo en invierno.

Que no haya tenido un golpe es de cajón: ponerte una protección rota en la cabeza te puede dar un buen disgusto (a ti y a los tuyos). También que lleve la etiqueta de homologación, aunque seguro que más de uno ha visto falsificaciones que no te dejan saber si la etiqueta CE es original o no. Por eso, mejor ir a tiendas de confianza.

Otros consejos que no están de más

Quizá se eche en falta algún consejo un poco más 'intenso' por parte de la Dirección General de Tráfico: todo esto ya lo sabes por experiencia o por sentido común, pero vamos a echar un vistazo a otros detalles que pueden estar bien. 

Así nos refrescamos la memoria entre todos:

Ojo a la fecha de caducidad

Hay fabricantes que recomiendan cambiar el casco cada cinco años. Otros cada siete. La verdad es que estos componentes suelen estar hechos com materiales como el policarbonato (también kevlar) y otros plásticos y derivados sintéticos que con el paso del tiempo pierden cualidades.

Echa un vistazo a la etiqueta para ver cuándo se fabricó. Quizá utilizar el Shoei réplica Barry Sheene que te dejó tu tío no sea buena idea...

El peso es importante

La masa, como el tamaño, siempre es importante, digan lo que digan. En el caso de los coches, el ejemplo del 'pasajero bala' es es más claro. También que un bolso de cuatro kilos puede salir despedido con una masa de 198 kg en un impacto frontal a 50 km/h.

¿Que a qué viene esto? Que en moto pasa lo mismo con el casco. Si llevas uno de dos kilos, la fuerza en caso de accidente será mucho mayor que si es más ligero. Muchos expertos recomiendan que no pese más de 1.500 gramos para evitar daños cervicales. Y no: más ligero no quiere decir menos protección.

Pasa del vaho

Si llevas una visera que se empaña, en cuanto baja la temperatura el ir en moto se convierte en un drama y al final acabas circulando con esta abierta y los ojos expuestos a la arenilla de la carretera. Eso, o aguantando la respiración como un perezoso durante 40 minutos.

Si el caso no lleva integrada una visera antivaho, es buena idea 'tirar' de alguna de aftermarket de este tipo, o de algún líquido que retrase su aparición.

Tipos de casco: ¿integral o abierto?

Sé que esto es un tema controvertido, sobre todo si te ves (y te gustas) a lomos de tu ultratrail con tu casco modular abierto disfrutando del aire fresco mientras zigzagueas con tu moto como si llevaras un scooter eléctrico de esos de motosharing.

Pero lo cierto es que el casco más seguro es el integral, que te protege la cara y la barbilla. Como me dijo a mí un vendedor cuando fui a comprar mi primer casco: "¿Si te tuvieras que tirar de cabeza a una piscina vacía, qué casco escogerías?". 

Pues eso: si vas a comprar casco de moto, ¡suerte con la aventura!