Prueba: nuevo Skoda Fabia Montecarlo

El nuevo Skoda Fabia se ha hecho mayor, en el mejor sentido. A partir de ahora, el Skoda comparte la base MQB-A0 con el Volkswagen Polo que, además de más equipamiento y seguridad, también le brinda mucho más espacio en el interior. El cinco puertas ya está disponible en los concesionarios.

Diseño de la variante Monte Carlo

El acabado deportivo Monte Carlo debería llegar en la primavera de 2022, todavía no hay información sobre los precios, pero se puede suponer que comenzará en más de 21.000 euros. Por cierto: desaparece la versión familiar, aunque aún se vende la de la anterior generación. 

El Skoda Fabia Monte Carlo será el modelo superior. En el exterior, se caracteriza principalmente por faldones específicos con acentos en negro (también en los espejos retrovisores), y un difusor detrás. 

Además, el Monte Carlo viene con vidrios polarizados y llantas negras en tamaños de 16 a 18 pulgadas. El techo también puede ser negro como opción. Por un recargo, hay una suspensión deportiva para este Fabia que lo rebaja en 15 milímetros.

El interior cuenta con asientos deportivos, volante de cuero de tres radios y pedales de acero inoxidable. El color dominante es el negro, por lo que los acentos rojos se destacan bien. 

Se pueden encontrar en los asientos, la franja decorativa horizontal del salpicadero, la consola central y los tiradores de las puertas. La imagen deportiva se completa con elementos con aspecto de carbono. 

Motores

Al igual que su antecesor, el equipamiento Monte Carlo no está disponible para el motor de gama de entrada, por lo que se puede pedir en las variantes que van de 80 a 150 CV.

Como era de esperar, Skoda también ha eliminado los motores diésel del nuevo Fabia. Los dos turbos de un litro con 95 y 110 CV son los que mejor encajan con el nuevo modelo. 

El único cuatro cilindros será el tope de gama, siempre acoplado al DSG de siete velocidades, con el que  alcanza hasta 225 km/h y anuncia un consumo oficial de 5,6 litros. Puedes elegir entre el depósito de serie de 40 litros, u otro opcional de 50. 

Comportamiento 

La suspensión filtra bien, como en coches más grandes, pero el proceso Start Stop es un tanto tosco. Nosotros nos hemos puesto al volante del tricilíndrico de un litro de 110 CV con caja de cambios DSG opcional. 

Al arrancar, después de una ligera debilidad inicial, empuja hacia adelante con alegría y solidez. Lo único molesto son los segundos que se toma el DSG hasta que se decide, ante una demanda repentina de potencia. 

Por lo demás, hay poco o nada que reprocharle al chasis: con un buen ajuste y una distancia entre ejes que es nueve centímetros más larga, el Fabia es incluso mejor que muchos compactos. Rueda aplomado, se agarra en las curvas y filtra bien. La dirección es suave y eso empaña un poco las pretensiones deportivas, pero es muy cómoda para largas distancias y el día a día.