Prueba del Jeep Compass 4Xe: electrificar una esencia

Ha habido suerte, y el evento preparado en Madrid para la prueba del Jeep Compass 4Xe se ha celebrado en el Jarama, donde hay varias posibles pistas 4x4. No había otra posibilidad, porque Jeep ya no va a tener tracciones totales tradicionales, nunca más. 

Y lo que hay en sustitución de la tracción total a base de engranajes para el Jeep Renegade y el Compass -en este evento se presenta su hermano de gama también- es este sistema que denominado Jeep 4Xe. En las pistas del trazado madrileño queda claro que cumple con creces los requerimientos todoterreno de estos coches. 

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Y eso que, desde que se fabrican en Melfi, Italia, el Renegade y ahora el Compass tienen un mix de ventas más de tracción delantera. El motor de esta unidad es, de hecho, el mismo que llevan ahora estos SUV, el nuevo gasolina turno de 1,3 litros y disponible en 130 o 180 CV. 

En los modelos 4Xe, este bloque va unido a un motor eléctrico que puede ayudarlo en momentos puntuales o convertir parte de la energía cinética en electricidad para las baterías. Y es que el funcionamiento de este sistema tiene sus ventajas además de la tracción total.

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Durante la prueba de este Compass 4Xe, me gusta lo sencillo que funciona todo: tres botones en la consola para escoger entre modo hybrid, Electric, y E-Safe (para guardar o recargar batería en marcha). En eléctrico (la carga se muestra en uno de los relojes del cockpit, aunque en formato digital), puedes recorrer hasta 45 km. 

Capacidades off road del Renegade 4Xe

Pero lo mejor de ese modo es que, el motor de 60 CV y 270 Nm actúa sobre el eje trasero, de manera que aunque hagas aceleraciones razonablemente fuertes, el motor de gasolina no se pone en marcha: el suficiente par y el peso sobre el eje trasero hacen que no sea necesario. Puedes llegar así hasta a 130 km/h. 

Al comienzo de esta primera prueba de este Compass 4Xe, como decía arriba, pudimos ascender una rampa de más del 45% y hacer una pequeñas pruebas off road. El Jeep lo pasó sobradamente aunque no activé siquiera los modos AWD o Block AWD (que bloquea la tracción total hasta 15 km/h), esta entra sola en cuanto nota una pérdida masiva de adherencia. 

Según Jeep, la batería siempre conserva un mínimo de carga para poder ofrecer  prestaciones todoterreno, pero en caso de que se descargue, el motor eléctrico delantero se encargará de recargarla para que este pueda funcionar. 

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La altura libre al suelo de este Jeep Renegade 4Xe es de 186,3 mm y sus ángulos de entrada, salida y ventral 19/27/16, sí que resultan algo menos buenos que en el Renegade de combustión, la culpa la tiene la geometría de las suspensiones traseras, adaptadas al peso del cercano motor eléctrico. 

Uso del Jeep Renegade 4Xe

No te voy a mentir, durante el corto trayecto de conducción con el Jeep Renegade 4Xe, el consumo real que hizo fue casi un 50% más que el homologado, de 2,3 l/km. Pero es que en muy pocos kilómetros, había que probar casi todo lo posible e iba con el aire a tope.

Sin embargo, el modo eléctrico del sistema 4Xe es tan robusto que te permitiría ir así en trayectos de 30 km. Por otro lado, es un coche que con sus 11,4 kWh casi se puede dejar cargando en un enchufe convencional, aunque en el modo más rápido disponible se puede la recarga completa se puede hacer en menos de 2 horas. 

Todo desde 43.200 euros sin ayudas incluidas, una pena que las marcas empiecen por fin a hacer coches híbridos apetecibles, y este es uno de ellos por su versatilidad, pero el precio siga siendo una traba importante para la mayoría. Por lo menos ahora está el Moves para echar un cable a los que lo puedan dudar.