Prueba del Ford Mustang Bullitt: ¡de cine!

Llevo semanas probando automóviles eléctricos e híbridos, hasta tal punto, que he cogido un Dacia Sandero de GLP, y al recorrer los primeros metros, he pensado: "¡qué gusto, un coche sin electrificación!". Pues imagina lo que se me ha pasado por la cabeza cuando le he echado el guante al protagonista de esta prueba, el Ford Mustang Bullitt, cuando he pulsado el botón de encendido y su motor V8 y su escape se han puesto a cantar notas. ¡Delicioso!

El apellido Bullitt te sonará de la película producida en 1968 en la que Steve McQueen compartía protagonismo en la gran pantalla con un Ford Mustang. El actor sacaba la quintaesencia a un Mustang GT-390 verde por las calles de San Francisco, persiguiendo a dos asesinos en un Dodge Charger R/T negro y consiguiendo unas imágenes memorables.

En 2001, Ford lanzó una edición especial y limitada del Mustang que rendía homenaje al coche de McQueen, con más potencia, un color parecido y un sonido que imitaba al del clásico. El nombre no podía ser otro que el de Ford Mustang Bullitt. Repitió la operación en 2008 con la quinta generación. Y ahora, este que tengo enfrente de mis narices, exhibiendo planta, es el de la sexta.

Rápidamente sabes que se trata de una versión especial, que es distinto al Mustang GT convencional. Su pintura 'Dark Highland Green’, como la del modelo del 68, le delata. También las llantas específicas en negro y la parrilla frontal sin logotipo. Y por si existen problemas de visión en el historial médico, Ford lo deja claro con la insignia ‘Bullitt’ en el centro de la zaga.

Y dentro también hay esos guiños que tanto me gustan, pero sobre todo uno que tanto me pone: la bola blanca del cambio manual. Sí, manual. ¿O te imaginas a Steve McQueen con un coche con transmisión de variador continuo? Por muchas manos que tuviese, no hubiera dado caza a los malos... También incorpora las chapas ‘Bullitt’ en el volante y en el salpicadero y los asientos Recaro llevan bordada la firma en hilo verde. Y respecto a los materiales... No esperes la calidad de un BMW M3 o un Audi RS 4, pero también es necesario saber que vale casi la mitad. Además, son muy correctos y tienen ese aspecto de solidez.

Pero lo mejor de la prueba del Ford Mustang Bullitt viene cuando pulso el botón de encendido. Su motor V8 5.0 cobra vida como ningún otro. ¡Qué sonido! Y mira que me gustó el Mustang Mach-e, pero le falta algo tan importante como es la música que crean este magnífico bloque y su escape. Porque si en parado es sensacional, cuando sube de vueltas es... Creo que no existen palabras 'biensonantes' para describirlo. Sí que puedo decirte que si no es el mejor sonido del mercado, es uno de los mejores. Y como ocurrió en la cuarta generación, el escape ha recibido modificaciones para intentar acercase al sonido emitido por el de 1968.

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Acompañando a este propulsor y encargándose de enviar toda la potencia al eje trasero se encarga un cambio manual de recorridos cortos, precisos y con un tacto en el que puedes sentir cómo se engranan los 'hierros'.

Pero aunque sea manual, el coche ofrece la posibilidad de realizar de forma automática el 'punta-tacón', o 'Rev Matching', con la que al bajar una marcha, el vehículo da un golpe de gas para igualar las revoluciones antes de finalizar el cambio, con lo que se carece de una retención brusca, y en el caso de este deportivo, regalándonos nuevamente ese sonido tan embriagador.

Su motor V8 también recibe cambios para incrementar la potencia máxima en 10 CV, con lo que ahora suma 460. Hasta la llegada del Mach 1 (480 CV) era el más potente de la gama, con el permiso del GT350 y GT500, versiones que no se comercializan en Europa. Esta caballería junto con un soberbio par máximo de 529 Nm le permiten acelerar de forma brutal, tanto como pone de manifiesto su 0 a 100 km/h: 4,6 segundos.

No es tan efectivo en curva como sus rivales alemanes, ni los cambios de apoyo destacan por ser rápidos, pero mantiene el tipo y ofrece seguridad.... Siempre que no desconectes los controles. Ayuda la suspensión adaptativa, los frenos Brembo -con pinzas rojas, elemento exclusivo- y los neumáticos Michelin Pilot Sport 4S.

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Y después de su sonido, lo mejor es su precio. No existe en el mercado algo así: un deportivo perfectamente utilizable para el día a día, con un motor V8 5.0, un sonido espectacular y la imagen de un mito. 56.400 euros te separan de este coche de película. Bueno, esa cantidad y que como se tratada de una edición limitada, actualmente ya no se vende.

Estoy seguro de que si Steve McQueen levantase la cabeza y probase este Ford Mustang Bullitt, le daría su 'approved'.