El Tesla Model S 2017 dispara su automomía
El Tesla Model S 2017 empieza ya a renovarse, después de que la marca especializada en automóviles eléctricos haya presentado en los últimos meses a sus dos nuevos compañeros de gama, el todocamino con alas Tesla Model X y la berlina más económica Tesla Model 3 que ha batido todos los récord superando las previsiones de pedidos casi dos años antes de comenzar su venta. Además, también cuenta con una variante más barata, el Tesla Model S 60.
El Model S, del que hace una semana os contábamos que se podía conducir con la mente, apostaría con este restyling por un nuevo diseño más deportivo. Según nuestros compañeros de CNET, después de cuatro años de trayectoria, el cambio más obvio del nuevo Model S estará en la estética de su frontal, modificándose drásticamente para asemejarse a sus hermanos pequeños y entremezclándose con las líneas de los últimos modelos de la casa Porsche. También se unirán a esta actualización, unos nuevos faros de LED, diseños de llantas, o algunos novedosos colores para la carrocería.
Con este restyling al estilo convencional de la industria -hasta ahora los automóviles de la empresa de Elon Musk se actualizaban constantemente con mejoras extraídas a partir del flujo de información compartido con el cliente de manera particular-. Tesla pretende imprimir un gran avance en su Model S, que a pesar de ofrecer características diferenciadoras, todavía tiene algunas lagunas en su dotación frente a adversarios como el Mercedes Clase S y el BMW Serie 7, ambos con generaciones más modernas en el mercado.
Según CNET, Tesla también apostará por un mayor refinamiento en el habitáculo del nuevo Model S, buscando unas líneas más elegantes que le pongan a la altura de los automóviles de lujo alemanes. Así por ejemplo, los asientos del Tesla Model X, con ventilación incluida, se implantarán en el nuevo interior del Model S, cuyos anteriores asientos habían sido criticados por falta de calidad. También se incluirán nuevas bolsas de almacenamiento en las puertas, para ganar en capacidad interior.
Otras modificaciones menos visibles del nuevo Model S están relacionadas con el proceso de producción, algo que Tesla está obligada a cambiar para cumplir con unos objetivos de ventas disparados por la repercusión del Model 3. Por otro lado, incorpora una batería de 100 kWh que se situaría por encima de la actual de 90 kWh. Con ella, acaba de homologar una autonomía récord, cifrada en 473 kilómetros.
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