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Probamos un Dodge Challenger usado: ¿merece la pena comprarlo?

Con su agresiva apariencia retro, el Dodge Challenger parece un bárbaro perdido en el mundo civilizado. Este americano con V8 de 492 CV busca nuevo propietario por 34.000 euros

Desde dentro, la masiva carrocería del Dodge Challenger es ya por sí sola un desafío, porque es difícil evaluar las distancias en todas las direcciones. Se siente como si en todo momento fueras a rozar las llantas de las ruedas derechas en el bordillo. Te acostumbras, claro, pero lleva un tiempo.

Pero enseguida sorprende que este Dodge tan bestia en apariencia es, en realidad, un viajero incluso acogedor, aun cuando, como en este caso, tengamos un V8 con una cilindrada descomunal bajo el capó. 

Asientos Challenger

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El motor, el comportamiento del cambio de marchas y la dirección se pueden configurar individualmente a través de la pantalla central. Los asientos deportivos están orientados al confort y tienen suficiente apoyo lateral.

El motor más adecuado

Para que te suban las pulsaciones basta hundir con algo de decisión el pie derecho y provocar a su V8 de 6,4 litros, 492 CV y 644 Nm de par. Vale, las versiones Hellcat y Demon con compresor de hasta 850 CV suenan más emocionantes, pero no son estrictamente necesarias para sentir emociones fuertes: en el modelo que nos ocupa también las tienes, y es mucho más apto para un uso diario en la vida cotidiana.

Frontal Challenger

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Los dos V6 (3,5 litros con 258 CV, Pentastar con 3,6 litros y 309 CV) se quedan un poco rezagados ante la musculosa carrocería Challenger. Y a veces se ven superados por el conjunto de al menos 1.800 kilogramos.

El Hemi V8 de 5.7 litros está mejor preparado para estas lides, pero es 100 CV más débil que el 6.4 que nos ocupa, y no es significativamente más económico a la hora de pasar por el surtidor. 

Llanta del Challenger

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Debido a la desactivación del cilindro, el V8 requiere un aceite muy refinado (0W40). Deben respetarse los intervalos de cambio, ya que los rodillos de los balancines son propensos a desgastarse. Los defectuosos se delatan mediante ruidos similares a un traqueteo.

No sobresaliente, pero correcto: los valores de desaceleración de los frenos están en torno a 11 m/s².

Un gran bebedor

Volvamos al consumo: los defensores del Challenger como coche de a diario juran que al V8 le bastan 10 litros de gasolina por cada 100 kilómetros. Eso es cierto, pero sin mucho esfuerzo, en cuanto tratas de sacarle la quintaesencia (y es un coche que lo pide a gritos) el doble esa cantidad de combustible fluye rápidamente a través de las grandes cámaras de combustión hemisféricas con doble encendido.

El estado de nuestra unidad

Los pocos puntos débiles del coche que nos ocupa se deben a que propietario anterior tenía querencia por derrapar en las curvas (algo a lo que invita sobremanera este propulsión trasera). Es muy probable que si te haces con un coche así también te aficiones a los drifts, así que cuenta con que los neumáticos del eje trasero tendrán que ser sustituidos todos los años. 

Lateral Challenger

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Nuestro vehículo de prueba tuvo una avería en la parte trasera: "Daño de accidente reparado" se indica en consecuencia en el anuncio. Desafortunadamente, no todos los vendedores son tan honestos. Así que recomendamos que antes de meterte este arma en la funda, lo pases por una plataforma elevadora.

Atención a...

La transmisión automática de ocho velocidades, instalada desde 2014, exige atención. Debería cambiar sin problemas y a su debido tiempo. Si notas inserciones ascendentes tardías y cambios bruscos de marcha, no está en una condición óptima.

Cockpit del Challenger

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El sistema de escape original es extremadamente caro, por cierto, de modo que comprueba su estado. Hay otros disponibles de terceros que exigen un desembolso considerablemente menor. 

En los modelo de antes del facelift de 2015, el sistema eléctrico es especialmente vulnerable. El alternador suele ser su talón de Aquiles. 

Conclusión 

Faros del Dodge Challenger

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El Challenger solo es barato de comprar, las reparaciones y el mantenimiento son costosos. Pero vale la pena, porque especialmente los V8 tienen un alto factor de diversión que hoy raramente encuentras en el mercado. 

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