El preparador que peor gusto tiene, utiliza para el SUV más lujoso el color de moda

La cosa con el tuning, desde que empezó, es que es algo muy personal, subjetivo, que depende de gustos y siempre hay quien dice “pues a mi me gusta”. Respetamos eso, pero también hay que admitir que de manera objetiva también se pueden calificar las cosas de sutiles y elegantes o de estrafalarias y hay un preparador que parece abonado al segundo grupo.

Hablamos de Mansory, que tiene por bandera coger todo coche de lujo o deportivo que salga al mercado, hacer de las suyas y conseguir resultados que como mínimo son polarizadores. Especial predilección tiene por transformar SUV que cuestan cientos de miles de euros y darles su peculiar remozado.

El último en pasar por su particular mesa de operaciones ha sido el Rolls-Royce Cullinan, que ha recibido un tratamiento intensivo con el que puede considerarse como el color de moda, el Nardo Grey.

Popularizado originalmente por Audi, muchos fabricantes tienen sus propias versiones del mismo (Skoda, por ejemplo, lo ofrece). Rolls-Royce no está entre ellas, pero Mansory lo ha solventado pintado todo el Cullinan del mismo y dejando como único tono de contraste un azul que aparece de manera muy localizada el exterior y más abundante en el interior.

Además del color, el exterior no deja indiferente por las enormes llantas cual paelleras de las que hace gala, por el recargado kit de carrocería, el doble alerón, el difusor trasero o las extensiones aerodinámicas colocadas tras las ventanillas.

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Mansory Rolls-Royce Cullinan (4 imágenes)

El habitáculo, para ser el preparador que es, hasta podría considerarse comedido, con la combinación negro-azul claro presente en todo el interior y con la fibra de carbono “justa”.

No hay datos sobre el apartado mecánico, aunque es algo que Mansory no suele trabajar, y tampoco se ha desvelado cuánto cuesta el trabajo, pero es un aspecto por el que no hay duda de que hay desembolsar varios miles de euros.