Opinión: ¿qué papel jugarán las motos eléctricas en 2020?
Las motos eléctricas serán protagonistas en 2020, o al menos, deberían serlo. A día de hoy, suponen una solución de movilidad real y muy interesante para mejorar la calidad del aire en las grandes ciudades. Las ventajas de las motos eléctricas en 2020 son muchas: son vehículos relativamente baratos, con un sistema de carga muy fácil y que puede mejorar mucho con la puesta en marcha de los intercambiadores de baterías. Además, incluso no necesitas comprarlas: España es líder en motos compartidas y nuestras ciudades son el escenario ideal para su despliegue.
No debe haber excusas: las motos eléctricas pueden ser la solución perfecta para optimizar el tráfico urbano y todos debemos estar concienciados con ello. El uso de las motos también debería ser considerado para mejorar la calidad del aire en las grandes ciudades, ya que no solo emiten menos partículas contaminantes que un coche, sino que además ocupan menos espacio en nuestras carreteras y podrían mejorar también las congestiones de tráfico.
España tiene la oportunidad de ser referente
Ni España ni los españoles estamos acostumbrados a ser referentes de nada, pero creo que con las motos eléctricas podemos tener un papel relevante en el mundo. Silence, marca española que fabrica scooters eléctricas, está creciendo mucho y es líder de su segmento y Seat es la responsable de micromovilidad (transporte de proximidad) del Grupo Volkswagen. El clima y el tamaño y disposición de nuestras ciudades suponen una ventaja respecto al resto de grandes países para el desarrollo de la moto eléctrica.
La moto eléctrica de Seat y las nuevas creaciones de Silence pueden hacer que la movilidad eléctrica en España empiece a ser una realidad. Comprar una moto eléctrica todavía no es algo alcanzable para todo el mundo, pero ojo porque parece una solución más sencilla que comprar un coche eléctrico, mucho más caro. Por ejemplo, una Silence S01 cuesta 6.250 euros, incluyendo un año de seguro y 3 años de la APP Silence Connect. Esto supone unas cuatro veces menos que un coche eléctrico como el Nissan Leaf, que es de los más baratos del mercado.
Facilidades para el usuario
Uno de los grandes problemas del coche eléctrico es la infraestructura de carga y la dificultad para encontrar un enchufe eficaz que permita el uso del coche en cualquier momento. Con un coche eléctrico debes poder viajar sin problemas, pero con una scooter de ciudad, equivalente a 125 cc, no está pensada para realizar largos viajes, por lo que una autonomía de entorno a 100 km se antoja más que suficiente para poder usar nuestra moto en el día a día sin problemas de autonomía.
Además, al contar con baterías intercambiables que se pueden cargar en el trabajo, en la oficial o donde tú quieras, facilita mucho la vida del usuario. Además, el intercambiador de baterías de Silence quiere revolucionar el uso de la moto eléctrica, implementando un nuevo modelo de carga de baterías. La marca española quiere seguir el ejemplo de la taiwanesa Gogoro para facilitar y mucho la vida de sus clientes.
¿Cómo? Las motos permiten contar con baterías intercambiables, por lo que también permiten tener estaciones de carga que permitan el cambio de la batería en cuestión de segundos. Pasar del 5% de batería al 100% puede ser cuestión de 15 segundos. Y además, gastando el mínimo dinero posible, ya que la marca plantea crear una tarifa plana de 20 euros al mes para este servicio, siendo mucho más barato en comparación que el gasto de gasolina en una moto de motor de combustión.
Más fácil para cargar, más fácil para comprar y más fácil para moverte y aparcar donde quieras. Las motos juegan un papel clave en las grandes ciudades y es ahí donde las motos eléctricas tienen todo el sentido del mundo. Las Administraciones Públicas deberían tomar cartas en el asunto y promocionar el uso de este tipo de vehículos libre de emisiones y súper eficiente en todos los sentidos.
¿Y qué pasa con el resto de motos eléctricas?
BMW lo dijo muy claro el otro día: no lanzaremos nuestra moto eléctrica hasta que la tecnología de carga no esté suficientemente avanzada como para poder disfrutar sin preocupaciones. En una ciudad, con una moto eléctrica y un intercambiador de batería, se pueden hacer maravillas. Pero a día de hoy, una moto eléctrica para salir de la ciudad parece algo poco recomendable.
¿Por qué? Primero porque la autonomía eléctrica es muy escueta. Por ejemplo, la Harley-Davidson Livewire tiene una autonomía máxima de 225 kilómetros, una cifra que en la vida real se quedará en torno a los 175 km. ¿Dónde puedes viajar con una autonomía así? ¿Sólo para ciudad? Si el estilo y el diseño es clave para ti lo puedo entender, pero teniendo en cuenta los 33.700 euros que cuesta, no me parece la opción más sensata.
BMW ha patentado un nuevo sistema de carga por inducción y seguro que los distintos fabricantes desarrollarán tecnologías de carga eficaces para las motos eléctricas. Lo bueno, respecto a los coches, es que son baterías mucho más pequeñas, por lo que los tiempos de carga, con cargadores súperrapidos serán bastante ajustadas. Pero creo sinceramente que 2020 todavía no será el año de las motos eléctricas para viajar.
Pero otra cosa son las scooter eléctricas, ya sean compradas o compartidas. Sin duda, deben ser clave en el futuro de movilidad de las grandes zonas urbanas de nuestro país. Nuestras empresas están trabajando en ello y creo que los usuarios deberíamos comprometernos con ello. El postureo puede ser comprarse un Tesla, pero te aseguro que es mucho más eficiente y eficaz una moto eléctrica en un entorno 100% urbano. Si el mundo fuera un lugar sensato y con sentido común, las motos eléctricas deberían crecer mucho en 2020: 2019 ha sido un año en el que sobretodo las motos compartidas han crecido y mucho, veremos si en 2020 este segmento llega también a los clientes privados.
Etiquetas: Motos eléctricas
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