No sólo ocurre en España: los ladrones de catalizadores no entienden de fronteras

Los catalizadores se han convertido en ese oscuro objeto de deseo por el que suspiran los ladrones: los metales preciosos que albergan en su interior los han convertido a los coches en víctimas de múltiples robos. Sucesos que no sólo han sido registrados dentro de nuestras fronteras, también en Estados Unidos. No en vano, el New York Times se hace eco del auge de estos delitos: los ladrones de catalizadores no entienden de fronteras.

¿Qué es el catalizador y cómo funciona?

El catalizador es un componente del sistema de escape cuya función es modificar químicamente los gases para reducir las emisiones contaminantes. Contiene un panel de cerámica con un recubrimiento de paladio, rodio y platino que, al entrar en contacto con los gases nocivos, reaccionan y generan gases nobles o inertes que son menos contaminantes.

Las razones

La clave está en esos tres metales preciosos. En el mercado negro pueden alcanzar un precio superior al del oro, cifras que están alimentando los robos de catalizadores. Hace cinco años, un gramo de paladio costaba 15 euros y el año pasado se quintuplicó hasta alcanzar un récord de 84 euros; ahora oscila entre los 58 y los 73 euros. Los precios del rodio, por su parte, se han disparado más de un 3.000% por ciento: en 2016 pagaban unos 19 euros por un gramo, pero en 2020 se batieron todos los récords llegando a costar 634 euros. Es, más o menos, doce veces el precio del oro.

¿Por qué nos roban el catalizador del coche?

A esto hay que sumar que el catalizador es una pieza fácil de robar. Las autoridades policiales calculan que con un par de herramientas y cierta habilidad, en una hora se pueden robar hasta 30 unidades. Y si no disponen de esa destreza bastará con cortar el escape por la zona más próxima al catalizador o, incluso, arrancarlo tirando con una cadena.

Aumento de casos en EEUU

A nivel nacional, la policía de Estados Unidos está registrando un considerable incremento de los casos protagonizados por los catalizadores. En St. Louis los robos aumentaron más de ocho veces pasando de 50 en 2019 a 420 en 2020. En Lexington (Carolina del Sur) se produjeron 144 incidentes entre julio y diciembre: casi el triple de los registrados en el mismo período del año anterior. En Wichita (Kansas) también se triplicaron: en 2019 se dieron 191 sustracciones mientras que un año después contabilizaron 547. Una tendencia que ha ganado velocidad en 2021: en un mes se han producido 102 robos.

¿Para qué sirve el catalizador de tu coche?

Para frenar esta tendencia algunos estados han comenzado a exigir a los depósitos de chatarra que, antes de comprar catalizadores usados, verifiquen la procedencia de la pieza con una fotografía. En California, además, deben guardar el registro de compra durante dos años.

¿Por qué se han disparado estos robos?

Ya hemos hablado del precio que tienen los metales preciosos que componen el catalizador en el mercado negro, pero no es la única causa que explica este incremento. El endurecimiento global de las normativas de las emisiones y una aplicación más rigurosa de estos preceptos ha provocado un aumento en la demanda de los componentes de esta pieza.

El catalizador más pequeño y eficiente del mundo

Al mismo tiempo, los efectos del coronavirus en la industria minera de Sudáfrica, un importante productor de rodio, han limitado la oferta. Esto ha provocado que producir un coche sea, ahora, más caro: no en vano, alrededor del 80% de la demanda de ese metal y del paladio proviene de la industria del motor.

Tanto es así que, en 2019, el precio de estos metales supuso un incremento de 14.800 millones de euros en los costes de producción a nivel global. En 2020 no cambió la tendencia: invirtieron más de 33.000 millones de euros sólo en los metales preciosos necesarios para fabricar los catalizadores. Y teniendo en cuenta lo visto hasta ahora, en 2021 no parece que vayan a cambiar las cosas.