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No apagues nunca el motor al aparcar tras un viaje largo, corres este riesgo

turbo

El consejo del día tal vez sea que no apagues nunca el motor al aparcar tras un viaje largo, corres riesgo de una avería importante y muy cara de reparar.

El mantenimiento del coche va desde hacer las revisiones periódicas y pasar la ITV cuando corresponde hasta esos pequeños hábitos cotidianos que contribuyen a alargar la vida útil del vehículo, especialmente de la parte mecánica. Hoy te damos (y explicamos) un consejo: no apagues el motor al aparcar tras un largo viajes, corres un riesgo importante de sufrir una avería.

Es vital respetar las fases de calentamiento y las de refrigeración del motor. Todos tenemos asimilado que hay que dejar que la mecánica del coche gane temperatura hasta llegar a la óptima de trabajo. 

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Durante ese proceso, no subas mucho de revoluciones y acelera de forma progresiva para dejar que el motor aumente esos grados necesarios para evitar el desgaste prematuro de las partes internas del bloque. También ayuda a que el refrigerante circule por el circuito y todos los metales se dilaten y acoplen antes de exigirle al motor una carga de trabajo mayor.

No apagues nunca el motor al aparcar tras un viaje largo, corres este riesgo

Y tan importante es respetar este proceso como dejar unos minutos que el motor se refrigere antes de pararlo tras un largo viaje. Generalmente, en viajes largos a velocidades de autopista, los motores turboalimentados requieren después de un breve periodo de tiempo para bajar de temperatura.

No el motor, sino el propio turbo. A esa carga de trabajo, el turbocompresor gana mucha temperatura y si no le das algo de tiempo para que refrigere corres el riesgo de que los rodamientos sufran y acabe desembocando en una costosa avería.

Por este motivo, tras un viaje largo, deja uno segundos (aproximadamente un minuto) el motor a ralentí, así ayudarás a que el turbo disminuya la temperatura y prolongarás su vida útil.

Si circulas a bajas revoluciones tras un viaje largo, por ejemplo, en ciudad, donde te detendrás numerosas veces (por el tráfico o por los semáforos), esto servirá para que el turbo pueda enfriarse, lo que reduce el tiempo que deberías dejar el motor encendido antes de pararlo.

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