Así es el motor monocilíndrico con el que empezó toda la historia del automóvil

En más de cien años de historia del automóvil (al menos desde que apareció el primero considerado como tal), ha habido tiempo más que de sobra para diseñar y desarrollar motores de lo más variopintos. Pero todo empezó con un motor monocilíndrico.

Desde que existe el automóvil, la industria de la automoción no ha dejado de innovar y producir motores que permitieran obtener el máximo rendimiento posible. A lo largo de más de una centuria, hemos visto motores de gasolina y diésel, atmosféricos y turbos, de dos, tres, cuatro, cinco, seis, ocho, diez, doce y hasta 16 cilindros… 

Cilindros dispuestos en línea, en V, bóxer, en W… motores asociados a un sistema eléctrico, ya sea híbrido o microhíbrido, diferentes tecnologías de alimentación (carburador, inyección directa…). Así podríamos seguir horas.

Pero todo en la vida tiene un origen. Todo tiene un punto de partida y, en el caso que nos ocupa, ese fue el motor monocilíndrico que diseño Mercedes-Benz a finales del siglo XX, cuando este maravilloso mundo del automovilismo empezaba a dar sus primeros pasos.

Así es el motor monocilíndrico con el que empezó toda la historia del automóvil

El automóvil nació en el último cuarto del sigo XIX, gracias a la segunda revolución industrial, en la que se descubrió, entre otras cosas, el petróleo y sus múltiples usos. Era aquella una época muy convulsa en Europa, en pleno auge del movimiento obrero que reivindicaba mejores condiciones laborales para la clase obrera.

En 1885 nació el que se considera el primer coche de la historia, el Benz Patent-Motorwagen, fabricado por Carl Benz. Este automóvil, que nada se parecía todavía a los coches de las primeras décadas del siglo XX, estaba impulsado por un motor monocilíndrico de cuatro tiempos y 994 centímetros cúbicos, ubicado bajo el asiento de los pasajeros. 

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El motor desarrollaba una potencia inicial de apenas 1,5 CV y evolucionó hasta los 3 CV a finales de la década de 1890. En ese tiempo, Benz produjo un total de 25 unidades de aquel primer coche y, más adelante, realizó versiones un poco más potentes. 

Aunque el primer motor de la historia fue un bloque de un solo cilindro, esta arquitectura no ha sido habitual, más allá de algún que otro vehículo urbano y muy pequeño o, sobre todo, en motos y ciclomotores.