La decisión de compra de un coche eléctrico no es sencilla, especialmente si vienes de un vehículo con motor de combustión interna convencional. Requiere cierta meditación, por lo que es importante evaluar cuál es tu estilo de vida, qué necesitas de un vehículo y qué uso vas a hacer de él para poder tomar la mejor decisión.

Una vez bien definido cada uno de estos puntos, y si todas las respuestas son favorables, deberás contemplar otros aspectos importantes en el proceso de compra como: el presupuesto disponible, la posibilidad de instalar un punto de recarga en casa y qué modelo específico se adapta mejor a tus preferencias.

Llegados a este punto, muchos son los compradores que proceden a la adquisición del vehículo sin tener en cuenta esos motivos reales por los que algunos dueños de coches eléctricos se pueden llegar a arrepentir de su compra. 

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Razones por las que podrías arrepentirte de comprar un coche eléctrico

En este artículo te vamos a mostrar cuáles son las causas de un posible arrepentimiento a corto y medio plazo. Porque es vital tener en cuenta también estos problemas a los que puedes enfrentarte como conductor de un vehículo eléctrico y valorarlos detenidamente antes de tomar la decisión final de compra.

Uno de los motivos que pueden llevar a arrepentirse de comprar un coche eléctrico lo encontramos en el servicio de asistencia en carretera. Profesionales del sector ya han denunciado la falta de formación de los operarios de grúa que, en muchos casos, no saben cómo manipular correctamente un coche eléctrico para cargarlo o descargarlo del vehículo de asistencia.

Esto no solo es un grave problema si te has quedado tirado en la carretera por una avería o un fallo a la hora de calcular la autonomía de la batería. También conlleva un mayor riesgo de provocar una avería más grave si el profesional del servicio de auxilio en carretera no opera correctamente el vehículo.

Por otro lado, según un estudio realizado por la OCU, los seguros de los coches eléctricos son, de media, un 17% más caros que uno para un coche de combustión. Esto se debe, principalmente, a los mayores costes de reparación o sustitución de la batería si queda afectada en un accidente de tráfico.

El acceso a las estaciones de carga pública es un motivo de arrepentimiento si se masifican, es decir, si hay más vehículos cargando que puntos de recarga. Además, los coches eléctricos que cargan en cargadores rápidos de gran potencia, cuando su coche no admite tanta potencia de carga, obstaculizan a otros vehículos que sí pueden cargar a esa velocidad, generando largas colas.

Otra razón que podría llevar a arrepentirte de la compra de un coche eléctrico son las fluctuaciones en los costes de la luz, alcanzando picos de precio muy elevados que encarecen sustancialmente el coste de la recarga. Esto lo vivimos en gran parte del año 2022 y 2023 con la crisis energética que afectó a todos los países europeos.

Por otro lado, el elevado peso y el alto par motor de los coches eléctricos genera un mayor desgaste de neumáticos, lo que se convierte en un gasto recurrente si no sabes administrar la potencia y abusas de una conducción más urbana.

Además, el peso de este tipo de vehículos ha dado lugar a la denominada “tasa SUV” que se aprobó recientemente en París, donde los conductores de los vehículos más pesados (más de 2.000 kg si es un vehículo eléctrico) deberán pagar el triple por aparcar en las zonas de estacionamiento regulado de la capital francesa.

Aún con todo, los coches eléctricos siguen ofreciendo multitud de ventajas frente a los tradicionales vehículos de combustión interna. Todo pasa por elegir correctamente el vehículo que vas a comprar, planificar los viajes y hacer un uso adecuado del coche en todo momento.