Un Mercedes de 1937, a subasta por 17 millones de dólares

Diecisiete millones de dólares es el precio de salida estimado para un Mercedes 540 K ‘Spezial Roadster’ de 1937, que será ofrecido por la casa Gooding & Company en la tradicional subasta que se celebra los días 18 y 19 de agosto en el marco del Concurso de Elegancia de Peeble Beach –California, EE.UU-, el más prestigioso del mundo.

El precio de 17 millones de dólares –nada exagerado dentro del mundo de las subastas, en contra de lo que comentan algunos medios del motor- está justificado por la exclusividad del modelo y su procedencia. Esta unidad perteneció a la familia real prusiana, en concreto a la baronesa Gisela Von Krieger, que salvó el coche al enviarlo a Suiza al comienzo de la II Guerra Mundial en 1942.

Tras el conflicto, la baronesa trasladó su residencia a EE.UU y se llevó con ella al Mercedes 540 K 'Spezial Roadster'. Pasados los años la baronesa volvió a Suiza, pero dejó el coche guardado en un garaje, situación en la que estuvo más de 30 años hasta que lo encontró –aún en estado original- un coleccionista americano, que lo restauró a nivel de concurso.

El modelo 540 K comenzó a fabricarse en 1936 y era el modelo más lujoso y caro de Mercedes en aquella época. Montaba un motor de 8 cilindros en línea que cubicaba 5,4 litros y entregaba 180 CV gracias a que estaba sobrealimentado por un compresor Roots. Se fabricaron un total de 400 unidades hasta finales de los años 30, de las cuales solo 26 llevaban esta exclusiva carrocería ‘Spezial Roadster’, diseñada por Hermann Ahrens y construida por la empresa ‘Karrosserie Sindelfingen’, una subsidiaria de lujo de Mercedes.

Este modelo, aunque no se podía considerar como un deportivo, alcanzaba los 100 km/h en 16.4 segundos, y superaba los 150 km/h de velocidad máxima gracias a su potente motor y soluciones técnicas como las suspensiones delanteras independientes. Esta versión concreta ‘Spezial Roadster’ solo se fabricó entre 1937 y 1938.

El precio de este Mercedes puede parecer exagerado, pero no lo es tanto al lado de las cifras que alcanzan los antiguos Ferrari en subasta. Un 250 GTO de 1962 construido para Stirling Moss ha sido subastado recientemente por más de 35 millones de dólares (unos 28 millones de euros al cambio) lo que lo convierte en el coche más caro de la historia. El anterior record lo había conseguido otro Ferrari, un 250 TR con el que el piloto americano Phil Hill ganó las 24 horas de Le-Mans de 1958, y que había alcanzado los 25 millones de dólares en subasta (más de 20 millones de euros). Habrá que ver si el Mercedes 540 K de la baronesa Von Krieger supera estas cifras.