Los concesionarios, sin obligación de comprar coches
Borja García-Donas
El anteproyecto de la Ley de Contratos de Distribución, que el Consejo de Ministros ha comenzado a estudiar y tiene previsto su trámite parlamentario antes de finalizar 2011, implanta la imposibilidad de facturar productos no solicitados, no aceptados o no puestos a disposición del distribuidor. Esta medida busca acabar con la guerra entre concesionarios y fabricantes. Si hay desacuerdo, el asunto se resolverá a través de mediación o arbitraje.
La duración de los contratos será indefinida, si no se especifica lo contrario y en caso de extinción contractual, se establecerán los plazos mínimos de preaviso. Con este proyecto, se regula la indemnización por las inversiones específicas sin amortizar y para la clientela (con carácter excepcional). Además, las marcas no podrán prohibir a los concesionarios la venta por Internet.
Las partes acordarán los objetivos comerciales ajustados a las necesidades del mercado y no se podrán vender los concesionarios sin consentimiento de la marca. De igual manera, la publicidad tendrá que autorizarse por el fabricante.
Con este anteproyecto, el Gobierno quiere modernizar la regulación del sector, respetando la capacidad de pacto entre las partes, aunque regula algunas cuestiones mínimas como la imposición unilateral de condiciones, la ausencia de plazos en los contratos o la imposición de compras mínimas o inversiones. Así, se pretende mejorar la transparencia y reequilibrar la relación entre proveedores y distribuidores.
Foto: Thinkstock
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