Logo Autobild.es

Las 5 razones del fracaso de Yamaha en MotoGP 2016

Las 5 razones del fracaso de Yamaha en MotoGP 2016

Diego de Arístegui

Vamos a enunciar las 5 razones del fracaso de Yamaha en MotoGP 2016. A principio de año parecía que el campeonato volvería a irse rumbo Iwata pero finalmente la derrota ha sido más dura de lo esperado.

Andrea Dovizioso se sube a un Lamborghini Huracán ¡de 602 CV!

Toca explicar las 5 razones del fracaso de Yamaha en MotoGP 2016. Tras conseguir el título en 2015 de la mano de Jorge Lorenzo y el subcampeonato con Valentino Rossi, los dos pilotos del Movistar Yamaha partían como claros favoritos para hacerse con la corona en 2016. De hecho la pretemporada también invitaba a este supuesto pero ha sido terminar el año y darnos cuenta de que en Yamaha no han sabido gestionar una situación que les habría facilitado el campeonato de nuevo. 

Los motivos han sido diversos, desde problemas técnicos a los relacionados con la relación entre Valentino Rossi y Jorge Lorenzo como compañeros de equipo. Una serie de circunstancias que, en un conjunto, han sido suficientes para que en Iwata se quedasen con las manos vacías en 2016 a excepción del campeonato de equipos. Estas han sido las 5 razones del fracaso de Yamaha en MotoGP 2016. 

Nefasta gestión de egos

Es cierto que Yamaha siempre ha vivido en una situación de riesgo teniendo a Valentino Rossi y Jorge Lorenzo compartiendo el mismo box. Sin embargo, desde que el italiano regresó al equipo tras deambular en el desierto Ducati, parecía que la coyuntura podía solucionarse, pero nada más lejos de la realidad. En cuanto el de Tavullia ha vuelto a ser competitivo, las heridas del pasado se han reabierto y eso ha provocado mil y un desencuentros entre ambos. 

Yamaha, por su parte, no anduvo demasiado lista renovando tan rápido a Valentino Rossi y poniendo en una situación límite a Jorge Lorenzo, piloto que ha conseguido los últimos tres campeonatos con la fábrica de los diapasones. Finalmente Lorenzo se marchó a Ducati y Yamaha ha perdido un activo de difícil sustitución, aunque si Valentino Rossi conquista su décimo título o  Maverick Viñales confirma sus primeras buenas sensaciones con la M1, la jugada de Lin Jarvis habrá sido sensacional. 

Un Marc Márquez en estado de gracia

No todo han sido despropósitos por parte de Yamaha, también han tenido en frente a un rival más espabilado que nunca. Después de conocer en 2015 el lado negativo de un Mundial, Marc Márquez ha hecho un ejercicio de madurez sencillamente espectacular, sabiendo gestionar en todo momento sus posibilidades para sumar siempre el máximo número de puntos que podía. 

Vídeo: ¿Por qué Yamaha no deja probar la Ducati a Jorge Lorenzo?

Junto al piloto de Cervera también hay que hablar el trabajo en la sombra que han hecho los ingenieros de HRC desde Qatar hasta Valencia. Recordemos que en la pretemporada las cosas pintaban muy negras para los intereses del ala dorada y en la segunda mitad del campeonato ha quedado demostrado que la mejor moto de la parrilla era la RC213V, y eso se debe, además de al talento de Márquez, a la labor de todos los ingenieros que forman parte de la fábrica con sede en Tokio. 

Poca evolución en la M1

Si alabamos la evolución ascendente de la Honda, a la hora de hablar de la Yamaha la relación es inversamente proporcional a lo anterior. Tras los test y las primeras carreras del año, parecía que esto iba a ser otra vez un mano a mano entre Jorge Lorenzo y Valentino Rossi. Sin embargo, a partir de Holanda dio comienzo una crisis severa en Yamaha de malos resultados que dieron alas a Márquez. 

En la segunda mitad del campeonato la M1 ha pasado de ser la mejor moto a no ofrecer las mismas garantías que su principal rival, algo que Valentino Rossi ha reconocido una vez concluido el campeonato. Si el prototipo de 2017 les vuelve a situar como la referencia, entonces estos meses de "descanso" se entenderán con más facilidad. 

Las carreras flag to flag, una quimera

No sabemos exactamente cómo explicarlo pero la estrategia de Yamaha en las carreras flag to flag ha sido cuanto menos preocupante. El primer ejemplo fue Argentina, donde Valentino Rossi terminó segundo pero lo hizo gracias a que Andrea Iannone decidió llevarse por delante a su compañero de equipo en la última curva. Rossi pasó de luchar por la victoria a sudar la gota gorda para acabar en el podio.

Vídeo: Las razones por las que Márquez ha vapuleado en MotoGP 2016 

En Alemania la situación fue todavía peor. Dejando a un lado que Jorge Lorenzo no encontró el feeling en ningún momento con su moto en dichas condiciones, la carrera de Valentino Rossi tampoco fue para tirar cohetes. El italiano dominaba la prueba pero entró demasiado tarde. En su box no andaron muy espabilados cuando vieron que Márquez, que fue el primero en parar, estaba yendo más rápido. Al final el de Tavullia se quedó muy lejos del podio y sus opciones al título comenzaron a evaporarse. 

Problemas de fiabilidad en un momento clave

No ha sido un problema que se haya manifestado mucho, pero sí que ha pasado factura en el box del Movistar Yamaha. Mugello fue el escenario en el que los dos motores de Rossi y Lorenzo se rompieron. Al italiano le costó una victoria que parecía tener ciertamente controlada y a Lorenzo un susto severo antes de salir a carrera. 

Se ha sabido después que tras estos problemas, Yamaha tuvo que ajustar ligeramente las revoluciones de su motor, haciendo que su aceleración y potencia no fuesen tan agradables como en la primera parte del año. Eso les quitó una de las ventajas más evidentes que tenían frente a la Honda y que después se ha visto que les ha pasado más factura de la cuenta. 

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.