Ken Block a lo loco con su Hoonicorn V2
Los éxitos de Ken Block en el mundo de la competición son moderados pero el piloto ha sabido ganarse al público (tanto especializado como, sobre todo, al general) a base de Gymkhanas. El concepto, que a día de hoy está más que trillado y que se ha imitado una y mil veces, le debe prácticamente todo a Block, que a lo largo de numerosas entregas lo ha ido perfeccionando para buscar siempre el más y mejor. Algunos le achacan cierta falta de creatividad en sus últimas iteraciones, pero lo que es indudable es que la espectacularidad ha ido siempre in crescendo.
VÍDEO: Gymkhana 8 de Ken Block
Y eso no hace referencia solo a las secuencias de acción o a los lugares elegidos para grabarlas, también va por los coches utilizados en ellas. Uno de los más destacados en el Hoonicorn, un Mustang del 65 con más modificaciones encima de las que se pueden contar. En su primera aparición ya era una bestia que montaba un motor V8 atmosférico de 6,7 litros con 845 CV de potencia, pero pronto se quedó corto comparado su V2: equipado con dos turbos enormes y bebiendo metanol el animalito se marchó hasta los 1.400 CV.
Tamaña salvajada debe ser puesta a punto con mucho cuidado y mimo, algo que tienen de sobra en Hoonigans, pero también tiene que ser llevada al máximo para estirar los músculos, parte de la que se encarga Block. Hasta el admite que da algo de miedo estar al volante, ya que con tanta potencia sube de vueltas y entra en la zona roja muy rápido, por lo que hay que estar subiendo marchas de manera continua. El vídeo no tiene desperdicio y es buen aperitivo hasta que esta tarde se revele su esperada Cimbkhana, que se ha grabado en una de las mecas del motor: Pikes Peak.
Fuente: Carscoops.
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