La ironía de Verstappen después de ganar en Las Vegas

Max Verstappen entonó el famoso "Viva Las Vegas" por la radio del equipo después de alzarse con la victoria en el Gran Premio de Las Vegas este domingo, un mensaje cargado de ironía, ya que el tricampeón mundial de Fórmula 1 había sido uno de los pilotos más críticos con esta cita del Mundial.

En los días previos a la carrera, Verstappen había arremetido contra el espectáculo montado en Las Vegas con motivo del Gran Premio. El piloto holandés había llegado a decir que se sentía como un payaso, debido a los actos preparados en la ciudad de los casinos, donde el jueves se organizó una multitudinaria presentación al más puro estilo estadounidense.

Cuando se esperaba que Max elogiara el trazado preparado para esta carrera, el holandés hizo todo lo contrario, haciendo gala de su preferencia por otro tipo de circuitos más tradicionales. "Me encanta Las Vegas, pero no para pilotar un Fórmula 1. Prefiero (venir aquí) para salir, tomar copas, apostar por el rojo o lo que sea",  señaló antes de criticar la pista.

"No es muy interesante", dijo, eso sí, antes de subirse al coche. "No hay muchas curvas y no creo que sea muy emocionante", señaló el piloto a batir esta temporada, que ha resultado estar equivocado, ya que la cita de este domingo en Las Vegas ha sido una de las más entretenidas del curso, con infinidad de adelantamientos.

"He ido a mejores circuitos en mi vida, Mónaco está en la Champions y esto es la liga nacional", añadió un Verstappen que también criticó a la organización del Gran Premio por solo 'compensar' a los aficionados que tuvieron que perderse los Libres 2 del viernes tras el incidente con la alcantarilla por 'razones logísticas' que les obligaron a ser desalojados.

La 'compensación' era un simple bono de 200 dólares para gastar en merchandising, algo insuficiente si tenemos en cuenta que los aficionados habían pagado alrededor de 1.000 dólares por entrada. "Si yo fuera un aficionado, lo destrozaría todo", comentó.

"Viva Las Vegas..."

Por todo lo anterior, tiene gracia que Verstappen cantase la famosa canción de "Viva Las Vegas", de Elvis Presley, cuando se alzó con la victoria el domingo. Sin duda, fue un mensaje cargado de ironía, porque es difícil pensar que, a pesar de lograr el triunfo, Max haya cambiado de opinión. Eso sí, si la organización quiere oírlo de boca de Max, ahí está...

Otro de los momentos curiosos de Verstappen tras ganar en Las Vegas, y que demuestra la postura del holandés sobre esta carrera, tuvo lugar en el coche en el que eran trasladados los tres primeros clasificados de la prueba (Verstappen, Leclerc y Pérez) a la zona donde tendrían lugar las entrevistas y donde verían un espectáculo de agua y luces ante el hotel Bellagio.

Durante el trayecto, Max dijo: "Vamos directos al club nocturno. Ya nos vemos mañana... o no". 

Señal de que todo este espectáculo no es lo que más le gusta de la F1 precisamente.