El Gobierno busca en China un sustituto para el hueco que dejará Nissan en Barcelona

El futuro de Nissan en la Zona Franca de Barcelona está en el aire. Es esta semana cuando la compañía japonesa tiene previsto anunciar sus planes de futuro que incluirían un ajuste global con el que reduciría el 15% de su plantilla provocando 20.000 despidos; una operación en la que estaría incluida la fábrica de la Ciudad Condal. Si así sucede finalmente, el Gobierno de España ya ha movido ficha en China para buscar un sustituto de Nissan.

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Ante la posibilidad de que Nissan cierre las puertas de su planta ubicada en Barcelona, el Ejecutivo se ha puesto manos a la obra con el objetivo de mantener tanto la producción como el empleo en la planta. Para ello ha estructurado su plan en dos direcciones: la búsqueda de una alternativa y la opción de que Nissan mantenga su actividad uno o dos años más para diseñar una transición gradual.

Tres empresas

Centrándonos en la primera de las estrategias, todo apunta a que el Gobierno se habría puesto en contacto con tres compañías chinas para venderles las bondades de la fábrica que Nissan tiene, por ahora, en la Zona Franca. Estos puntos serían la fabricación en suelo europeo de coches eléctricos y la ubicación estratégica junto al puerto y al aeropuerto de Barcelona. De convertirse esto en una realidad, España sería uno de los primeros estados europeos en contar con la producción de un fabricante chino.

Este relevo no se haría de golpe. Estas operaciones suelen diseñarse con plazos holgados para que la salida del productor actual y la llegada del nuevo pongan en peligro la continuidad de la planta. Y es aquí donde encontramos otro de los puntos de acción del Ejecutivo: mantener la actividad durante uno o dos años. Para ello, sería necesario el respaldo de la administración pública para facilitar la transición, algo que el Gobierno pondría sobre la mesa sin reparos. 

1.000 millones de euros

¿Qué tienen que decir los implicados? El Ayuntamiento de Barcelona (quien posee la mitad del consorcio que alquila el espacio de la Zona Franca) ha asegurado que ellos están dispuestos a buscar fórmulas que mantengan la actividad en el lugar. El Ministerio de Industria, por su parte, no ha querido pronunciarse y ha recordado las declaraciones hechas recientemente.

En ellas, Raúl Blanco, secretario general de Industria y Pyme, pidió a Nissan que siguiera en Barcelona advirtiéndole que salir de España (el único país de la Unión Europea en el que fabrica) le va a salir “más caro” que invertir en la fábrica de la Zona Franca. No en vano, el dirigente aseguró que les costaría unos 1.000 millones de euros en gastos laborales y contractuales… sin tener en cuenta los de imagen y reputación.

Fuente: El Economista