A lo largo del segundo día de tests en Baréin que se
han celebrado esta semana, Ferrari y
Alonso tuvieron que interrumpir repentinamente las
pruebas programadas (se iban a realizar ajustes en los mapas de
motor y pruebas de prestaciones de la mecánica del F14T).
El problema fue que se detectó que el chasis que
se estaba utilizando en esa jornada estaba dañado y hacía imposible
seguir rodando en pista. ¿Cuándo se rompió el 'esqueleto' del
monoplaza italiano?
La historia comienza el viernes previo al GP de Baréin, durante los primeros
entrenamientos libres. Kimi Räikkönen,
apurando al máximo los límites de la pista, pasó por encima del
piano de la curva cuatro, donde el bordillo sobresalía
considerablemente. El monoplaza del piloto finlandés levantó su
morro espectacularmente varios centímetros del suelo, casi como si
fuese a despegar y, sin llegar a perder el control, cayó
bruscamente de nuevo en el asfalto (más tarde, Pastor Maldonado
sufrió el mismo incidente, por lo que el bordillo de ese piano fue
modificado de cara al resto del fin de semana). El golpe no
solo dañó el fondo plano del monoplaza de Räikkönen, sino
que el chasis sufrió una avería. En el momento, los mecánicos no
pudieron hacer más que reforzar la parte dañada con nuevas piezas
de fibra de carbono y esperar que la rotura no fuese a más.
Terminado el Gran Premio en el circuito de Sakhir. Ferrari
empaquetó el material necesario con destino a China, incluido el
chasis que había utilizado Fernando Alonso durante todo el fin de semana
y uno nuevo que habría de llegar directamente desde Maranello a la
próxima carrera, para Räikkönen. Y la Scudería decidió dejar el
chasis dañado y reparado del finlandés para que Alonso rodara con
él durante los dos días de pruebas programados, entre semana, en
Baréin.
Sin embargo, en la segunda jornada, después de 12 vueltas,
Fernando Alonso notó en la brusca frenada de la
curva 1 (en la que se frena de más de 310 km/h a poco más de 100)
que el monoplaza se desviaba hacia un lado violentamente. El piloto
español volvió inmediatamente a boxes y el equipo analizó el
problema, descubriendo que los daños en el chasis
habían empeorado y que el monoplaza no estaba en condiciones de
seguir rodando. La reparación definitiva de este bastidor tendrá
que ser realizada en la sede, en Maranello, donde se volverá a
poner a punto, pero, con total probabilidad, no sea utilizado en el
próximo Gran Premio de China.
¿Fue una buena decisión por parte de Ferrari
poner a disposición de Alonso un monoplaza para
los tests que no estaba en buenas condiciones? Quizá, por falta de
tiempo o medios, no se pudo contar con un mejor material, pero el
resultado fue que el equipo italiano y el piloto español solo
pudieron aprovechar uno de los dos días de tests en un momento
clave para la evolución de un monoplaza que está obligado a mejorar
mucho durante esta primera mitad de la temporada.