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Este Toyota GT86 Rocket Bunny es puro músculo

Toyota GT86 Rocket Bunny
Pero no añade caballos.

Uno de los mayores problema del Toyota GT86 es su (para algunos sectores) poca potencia, algo que parece que es el primer área al que un preparador debería tender a ‘meter mano’. Sin embargo, este Toyota GT86 Rocket Bunny no sigue ese camino. Es puro músculo, sí; y tiene mejoras en prácticamente todas las áreas, también; pero no añade ningún caballo a los 200 CV que trae de serie.

VÍDEO: ¡Vaya bomba! Mira un Toyota GT86 con 1.000 CV

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¿Eso es un problema? Puede que para algunos sí, pero viendo todo el trabajo que han realizado sobre él, cuesta tener tiempo para lamentarse por un extra de potencia. Es, sencillamente, un espectáculo.

Rocket Bunny RX-7, extremadamente llamativo

Lo primero que destaca es el kit de ensanche V2 de Rocket Bunny, que por sí solo ya altera radicalmente su imagen. Sin embargo, no es más que el principio. En el frontal también se encuentran un splitter APR de fibra de carbono, un kit de LED Greedy y unos canards que reciben su réplica en la zaga. El capó se ha reemplazado por uno de carbono y ventilado, en la zaga monta dos alerones, uno de cola e pato y uno masivo más arriba, y calza llantas Forgestar F14 de 19 pulgadas que tienen 9 de anchura en el eje trasero y 11 en las ruedas traseras.

En el habitáculo se ha instalado una jaula antivuelco, los asientos son unos Braum Elite de competición tapizados en Alcantara, el mismo material forra el salpicadero y el sistema Diode Dynamics LED ilumina todo el interior.

Las mejoras a nivel mecánico incluyen una toma de admisión de aire de HKS, una salida de escape Greddy, un sistema de refrigeración de aceite Cusco, un radiador Mishimoto y una suspensión totalmente revisada.

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