Efecto pantalla y tijera, los peligros del viento cuando conduces tu coche

Cuando se habla de condiciones adversas para la conducción, lo primero que se suele venir a la cabeza es la lluvia, así como otro tipo de precipitaciones, o el hielo en la carretera. No es tan común que al preguntarle a alguien su respuesta sea “el viento”, pero es un elemento bastante peligroso que provoca los efectos pantalla y tijera, que hay que tener muy presentes.

Ambos tienen en común que son provocados por el viento lateral fuerte que golpea el vehículo mientras circula, pero cada uno tiene sus particularidades.

Efecto pantalla

Se produce cuando, habiendo un viento lateral muy fuerte, de repente nos encontramos con un objeto grande que lo bloquea y, al salir de su cobertura, el aire impacta de manera contundente contra el vehículo, pudiendo llevar incluso a la pérdida de control.

Suele estar provocado en zonas que tengan edificios voluminosos, a la salida de túneles o debido a vehículos grandes, tales como camiones o autobuses. Es peligroso por varias razones. 

Si el viento está golpeando el lateral del coche, lo normal es que vayamos corrigiendo la dirección ligeramente para contrarrestarlo, así que al entrar en la cobertura, existe la posibilidad de que nos vayamos contra ella, pudiendo provocar un accidente.

El otro momento donde hay peligro es a la hora de salir de la misma, pues de una fuerza neutra se pasa a recibir la racha de viento, lo que puede hacer perder el control.

La manera de lidiar con esto consiste en ser muy conscientes de dónde estamos en cada momento, para poder contrarrestar el viento, y también mantener el volante sujeto de manera firme, para conservar la trayectoria deseada.

Efecto tijera

Este efecto solo se produce cuando el vehículo está arrastrando un remolque. Este, al ir articulado y no contar con dirección propia (además de tener una superficie lateral que suele ser grande y hace efecto vela), se ve más perjudicado por el impacto del viento, que puede alterar su estabilidad de manera notable.

Si la racha es muy fuerte, puede cambiar su dirección hasta el punto de que arrastre al vehículo remolcador, lo que puede llevar a invadir otro carril, impactar con otros coches o incluso a volcar.

El problema es que frente a esto poco se puede hacer. Se recomienda no llevar remolque si hay mucho viento, pero, más allá de eso, lo poco que se puede hacer es circular a velocidades más bajas para que sea más fácil lidiar con los movimientos inesperados que deriven del viento.