¿Qué debería hacer Dodge para ser más competitivo?
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La alineación de productos actual de Dodge pasa por el Charger, Challenger, Dart, Viper, Journey, Durango y el Grand Caravan. Sin embargo, el Dart ha sido confirmado como un modelo que acabará desapareciendo, algo similar al Viper pero sin llegar a ser totalmente seguro. Por otro lado, el Charger y el Challenger, con las variantes Hellcat, se han ganado el respeto de muchos de sus rivales, aunque no son lo suficiente como para soportar el peso de las ventas de la marca. Por lo tanto, ¿qué debe hacer Dodge para ser más competitivo?
Tras su separación con Chrysler, Dodge debería empezar a concebir algunos nuevos modelos que le permitan mantenerse actualizado y, por qué no, orientarse hacia el mundo de los vehículos de alto rendimiento. Para empezar, un coupé de dos asientos basado en el Fiat 124 Spider, algo que añadiría carácter al modelo, y que podría denominarse Dodge Demon como el concept que presentó en 2007.
El siguiente paso es crear una plataforma ligera para el Charger y el Challenger. Se mantendría de forma estándar con una configuración de propulsión trasera, pero podría ser opcional la introducción de un sistema de tracción total que aumentara su comercialización. Piensa en el mundo de posibilidades que se abre ante Dodge si mejoran en peso y agilidad a los hermanos Hellcat. Unos duros rivales para el Camaro y el Mustang de sexta generación
La introducción en el segmento C de compactos es siempre arriesgado, pero en Europa tiene un gran peso. Hablamos de un compacto deportivo que compita con el Volkswagen Golf R y el Ford Focus RS. Para ello, un sistema de propulsión turbo fiable, un sofisticado y deportivo interior y una imagen agresiva y aerodinámica son las claves del éxito. La tracción total debe ser la clave de todo. Los nombres más interesantes para este modelo serían los extintos Valiant y RoadRunner.
Lo más destacado, no sacrificar al Viper, sino ofrecer una variante más asequible dentro de la gama que pueda competir con el Corvette directamente. Ya lo hace, con el Corvette Z06, pero sería interesante que existiera una variante menos compleja, barata y sin el potente V10, es decir, aprovechando el V8 que FCA tiene en su haber. El precio no debería superar los 50.000 euros para ser competitivo. La denominación Barracuda cobra fuerza para esta variante.
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