La DGT anuncia las tres tasas de alcohol que te impiden conducir

Si bebes, no conduzcas. Ese ha sido uno de los grandes lemas de la DGT en los últimos años para salvar vidas, y sin duda ha surtido efecto. En los últimos años, cada vez bajan más las multas por superar la tasa de alcoholemia permitida, aunque aún queda trabajo por hacer.

La DGT recaudó casi 500 millones de euros en multas durante 2021: suben velocidad y drogas

Sin embargo, incluso aún cumpliendo la ley, no todo el mundo tiene claros los problemas que pueden surgir después de haber consumido alcohol al volante de un vehículo, y la Dirección General de Tráfico ha querido aclararlo y ejemplificarlo.

Así es como influyen los índices de alcoholemia en la conducción:

Exactamente, el índice de alcoholemia en sangre depende de la cantidad de volumen de alcohol ingerido y de otros factores como el peso, tolerancias fisiológicas o el sexo. Los efectos aparecen incluso con tasas de alcoholemia inferiores a las permitidas por ley, por lo que hay que tener cuidado.

La primera medición se realiza por aire expirado. En conductores nóveles y profesionales se permite hasta 0,15 mg/l, mientras que para el resto se admite hasta 0,25 mg/l. Un esquema que en caso de un análisis de sangre, se traduce en 0,3 y 0,5 gr/l respectivamente.

De 0,3 a 0,5 gr/l (lo que equivaldría a un par de cañas o una copa de vino), la velocidad de reacción y percepción de la velocidad se ven perjudicados.

Al superar los 0,5 gr/l (que se puede conseguir fácilmente con dos copas), pueden surgir problemas de visión serios, sumados a los anteriores síntomas.

Finalmente, con más de 0,8 gr/l se sufren importantes episodios de somnoliencia, descoordinación de movimientos y los demás síntomas mencionados juntos.

Las sanciones por superar los 0,25 mg/l hasta los 0,50 mg/l ascienden hasta los 500 euros y 4 puntos del carné de conducir, mientras que si el análisis se posiciona por encima de los 0,50 mg/l, la multa se incrementa hasta los 1.000 euros y 6 puntos.