Logo Autobild.es

¿Cuándo merece la pena recurrir una multa?

¿Cuándo merece la pena recurrir una multa?

Solo si hay errores.

Recibir una multa de tráfico no es algo que haga especial ilusión a nadie, pero si toca, hay dos opciones a elegir: recurrirla u optar por pagarla, algo a lo que alenta bastante el descuento por pronto pago. Sin embargo, si se opta por plantar cara, ¿cuándo merece la pena recurrir una multa?

En resumidas cuentas, y es algo que coincide con el sentir general, casi nunca suele salir a cuenta.

 

¿Por qué? Una vez que se notifica la multa, el conductor dispone de 20 días naturales para pagar la multa con un descuento del 50%, algo que hace que las multas más pequeñas se conviertan en una cuantía con la que muchos están dispuestos a pagar y que en el caso de las más graves hace que el ahorro sea considerable.

Esto es, precisamente, lo que busca la Dirección General de Tráfico. Puede parecer que el pronto pago lleva toda la vida entre nosotros, pero, aunque lleva mucho tiempo implantado, hasta 2009 era solo del 30%. A partir de esa fecha se decidió aumentarlo.

A priori puede parecer que no tiene mucho sentido, pues la DGT va a recaudar menos dinero, pero es que el objetivo del movimiento era otro distinto: que lso conductores optaran menos por recurrir las multas, algo que se ha conseguido.

Según los datos de Automovilistas Europeos Asociados, a día de hoy el 64% de las multas se pagan sin objeción, siendo el 36% restante el que se anima a recurrirlas.

Son porcentajes comprensibles, puesto que pagar la sanción es sencillo, pero meterse en un recurso es un proceso más complejo, que exige tiempo y dinero, y que además no asegura que llegue a buen puerto (lo que haría que haya que pagar la multa incluso con recargos), así que la mayoría de sancionados ni se lo plantean.

Entonces, ¿merece la pena recurrir alguna multa? Sí, pero en términos generales solo es recomendable cuando se pueda apreciar en ella algún tipo de error.

Pueden ser administrativos, como por ejemplo al referirse a la matrícula del vehículo, o técnicos, como que no haya fotografía doble en un radar, que no coincidan las velocidades que aparecen en la multa, etc.

En esos casos se abre una ventana de oportunidad a la que es posible “agarrarse” y que aumentan las posibilidades de que el recurso termine con un dictamen a tu favor, pero si no la cosa es más complicada, puesto que de base el agente sancionador tiene una presunción de veracidad.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.