Comparativa: Range Rover Evoque vs Volvo XC40 y BMW X2

El nuevo Range Rover Evoque tiene su propia plataforma. ¿Puede resistir contra dos de los más duros rivales de la categoría. Es lo que vamos a comprobar en esta comparativa del Range Rover Evoque vs Volvo XC40 y BMW X2. 

El Range Rover Evoque llega como D150 a esta prueba. Detrás hay un diesel 2.0, que básicamente distribuye su potencia a través de una transmisión automática de nueve relaciones a las cuatro ruedas. El BMW X2 sDrive18d llega con 150 CV con tracción delantera y transmisión automática de ocho velocidades. Y el Volvo XC40 D3 Geartronic con tracción delantera. 

VÍDEO: ¿Cómo de seguro es el nuevo Evoque?

Así son por dentro

Nos ponemos cómodos en la primera fila. Bastante colorido aquí. En el Range Rover se muestra una pantalla grande de 10 pulgadas e instrumentación digital, casi libremente configurables.

Volvo apuesta por una pantalla táctil vertical de 9 pulgadas (que tiene una función intrincadamente anidada detrás de tres páginas de menú), y finalmente el BMW tiene instrumentación analógica y una pantalla de 10,25 pulgadas que combina lo táctil con botones y ruedas físicos. Aquí todo se maneja con intuición y rapidez. 

Tampoco podemos criticar nada de los asientos del BMW. Mucho confort y funciones de ajuste, y mucho agarre lateral. Esto le falta al Volvo, y en el Range Rover echamos de menos un reposapiernas extensible.En la parte trasera, una secuencia similar: el BMW es el que mejor trata a los ocupantes con la mejor ergonomía de las plazas posteriores. 

El Evoque hace honor a su marca: más de media tonelada de capacidad de carga, y dos toneladas remolcadas. El motor rinde 150 CV y 380 Nm, zumba agradablemente aislado y tiene buen y fluido empuje, apoyado en la ayuda de su sistema mild hybrid de 46 voltios. 

Y en marcha...

Desafortunadamente, la caja automática carece de este refinamiento: al hacer kick down tarda en reaccionar, y cuando por fin sube de las 3.000 vueltas se sienten demasiado las inserciones. 

La suspensión sí que es cuidados, tiene muchas reservas incluso para los baches más gruesos. Pero sus ruedas tan grandes retumban a velocidades lentas sobre las juntas de la carretera. Y con sus dos toneladas de peso en vacío, el Evoque no es el mejor amigo de la conducción dinámica en curvas. No ayuda un ESP demasiado riguroso ni una dirección que podría ser un poco más rápida.  Pero hay que decir que la sensación general es la de un coche confortable y bastante equilibrado si no lo llevas al límite. 

El Volvo está menos pulido en general: dirección nerviosa, chasis inquieto en carreteras en mal estado. Además, el motor de 150 CV y 320 Nm, para este nivel de precios, nos resulta inesperadamente áspero, con más ruido de lo que debería. No ayuda que el cambio está programado para elegir marchas altas más veces de lo necesario. 

Por otro lado, el motor y la transmisión en el BMW funcionan perfectamente juntos. Se puede escuchar el 2.0 (particularmente económico )  de 150 CV y 350 Nm, pero nunca es desagradablemente ruidoso. Y le da al X2 el mejor rendimiento, se siente más vivo y elástico.