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Comparativa: Porsche 911 GT2 RS vs McLaren 720S

Porsche 911 GT2 RS vs McLaren 720S
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Para ver a dos bólidos de esta talla en acción hay que tener nervios de acero. Y es que, si eres aficionado a los coches, si corre gasolina por tus venas, la belleza de sus carrocerías, pero sobre todo, se su sonido, puede llevarte a un estado de éxtasis. Al fin y al cabo, fueron concebidos para eso. Bienvenidos al día de los bólidos. Comparativa: Porsche 911 GT2 RS vs McLaren 720S. Y ojo, que con cualquiera de estos dos coches peligran tus puntos de la DGT.

VÍDEO: Prueba del McLaren 720S a fondo

VÍDEO: Primera prueba del McLaren 720S, ¡imposible no ser amigos!

En este caso, con dos muy especiales: por un lado, el Porsche 911 GT2 RS, posiblemente el 911 de serie más brutal de todos los tiempo. Poderoso como nunca, con 700 CV y 3,8 litros bóxer de seis cilindros. La perfecta obra de arte automovilístico alemana. Al otro lado, un insecto que acaba de aterrizar en el mundo: el inglés McLaren 720S: cuatro litros, V8, una aerodinámica impresionante y nada menos que 720 CV. La pregunta es clara: ¿Cuál llega más lejos? Es lo que vamos a comprobar en directo. Y nada mejor para eso que subirnos a estos bólidos y exprimirlos en circuito.

Aunque no podemos pasar por alto los fríos datos. En el 911 GT2 RS trabaja, en posición trasera, un 3,8 litros bóxer de seis cilindros biturbo con 700 CV, y par máximo de 750 Nm. Este cohete de Zuffenhausen pasa de 0 a 100 km/h en solo 3,1 segundos según nuestras mediciones, y alcanza una velocidad máxima de 340 km/h. EEn el poderoso McLaren 720S trabaja un motor en posición central longitudinal V8 biturbo con 4,0 litros que rinde, como desvela su nombre, 720 CV. El par máximo es de 770 Nm. El McLaren pasa de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos, y llega a una punta de 341 km/h. E GT2 RS es el 911 más potente y veloz se serie que hemos probado nunca.

Para reducir el peso usa muchos componentes de carbono y lleva ventanillas de plástico, a lo que añade la tecnología más avanzada. Prescinde de climatizador o radio, y está enfocado a la conducción pura. Pues sí: es una máquina consecuente con la conducción, que hoy probamos a una temperatura por encima de los 30 grados. El Porsche traslada la potencia a través de un cambio de siete velocidades de doble embrague, que trabaja una velocidad fulminante en las inserciones. El motor borbotea, chasquea, aúlla y finalmente explota. Estira hasta las 7.200 vueltas, y desarrolla un empuje abrumador. El enorme alerón trasero demuestra que este Porsche está ajustado para pegarse al suelo lo más posible. Y logran con creces: apenas hay pérdida de grip al salir desde parado, y alcanza los 100 km/h en 3,1 segundos y en solo 8,9 ya vuela a 200.

Animales de circuito

Porsche 911 GT2 RS vs McLaren 720S
Uli Sonntag

La dirección es tan rápida y directa que parece telepática. Apoyada en mucha tecnología, permite colocar el coche donde te propongas. Y es que realmente impresiona la precisión con la que se inserta en las curvas y las fuerza con la que sale de ellas, apoyado en la dirección a las ruedas traseras. El chasis, con sus cojinetes esféricos, logra un aplomo y una agilidad espectaculares. Este Porsche es, en definitiva, una máquina de conducción de circuito, con licencia para calle. El diseño del McLaren es más llamativo: es más futurista, y por eso su diseño llama más la atención.

Este coche se siente diferente al Porsche. Desprende más refinamiento, también en las formas. Aquí dentro, todo se ve más compacto y con grandes acabados, y voy sentado muy adelante, en una postura magnífica para pilotar. Lo dicho: una máquina de conducción como el Porsche, pero diferente, por más que los dos trabajen en un espectro de potencia similar. Al igual que el Porsche, tiene un cambio de doble embrague que no es que inserte rápido, sino que parece hacerlo a la velocidad de la luz. La potencia que entrega es brutal, aunque lo hace de forma algo más civilizada que el Porsche. La aerodinámica y el efecto agarre están también muy estudiados, con un alerón trasero regulable. Según la situación, puede generar más presión en curvas rápidas (49 a 56 grados de inclinación) o incluso ejercer las funciones de frenada (70 grados), algo realmente impresionante.

VÍDEO: El Porsche 911 GT2 RS  fondo

Sobre todo, en combinación con el V8 de McLaren, que sube sin resuello hasta nada menos que 8.100 revoluciones, y a partir de las 3.000, uno se siente como en un cohete viajando a la luna. Acelera de 0 a 100 en 3,2 y en 8,1 ya va a 200. El espectro de potencia es similar, esto es: es endiabladamente veloz. Y la respuesta del cambio es impresionante. La dirección tal vez no sea tan telepática como en el Porsche, pero es extremadamente precisa y directa. Con todo, es otro coche: el McLaren se conduce con mayor fluidez, tal vez incluso suave, mientras que es igual de rápido que el Porsche.

Pero el 911 tiene unas reacciones, en todo, más directas, más instantáneas. El McLaren esxige menos de ti, pero sigue siendo ultrarrápido. El McLaren es preciso y refinado, un coche muy controlable que tiene una construcción desconcertantemente perfecta, hasta en la última pieza de fibra de vidrio. Obviamente, aquí no puede haber un ganador. Los dos, tanto el McLaren 720S como el Porsche 911 GT2 RS nos han tocado directamente al corazón. El Porsche es poderoso, agresivo e impresionantemente rápido. El McLaren, también endiabladamente veloz, pero con comportamiento algo más fluido y suave.

En ambos casos se puede decir no podían llegar más lejos que lo que han hecho. ¿Solo puede ganar uno? En este caso, no. Son dos máquinas consecuentes de conducción pura, capaces de lograr unas velocidades descomunales, pero cada uno, a su manera. Por eso, son diferentes, pero igualmente, capaces de ofrecer diversión sin límites.

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