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Comparativa oldie: Seat Toledo o Peugeot 405

Comparativa oldie: Seat Toledo o Peugeot 405

Hay contenidos de esos que te sientes orgulloso de poder escribir. Una comparativa oldie casi siempre te remueve algo por dentro, pero en este caso el enfrentamiento entre el Seat Toledo I y el Peugeot 405 más todavía, porque he tenido un Toledo hasta hace sólo unos meses y seguía dando servicio tan fino como el primer día.

Seat Toledo I

Como puedes suponer, empiezo hablando por el coche que mejor conozco de los dos, el Seat Toledo, cuya primera generación, que es la que aquí nos ocupa, se presentó en el Salón del Automóvil de Barcelona del año 1991, como sustituto del Seat Málaga, y estuvo a la venta hasta finales de esa misma década (1998), con un ligero restyling en mitad de su vida comercial.

Seat Toledo Podium

Hay una característica clave que define a esta berlina de Seat y es que fue el primer automóvil desarrollado completamente bajo la tutela del Grupo Volkswagen.

En su época era concebido como una berlina apta para viajar con toda la familia, que es lo que era. Y su maletero era una auténtica cueva de Alí Babá (de 550 litros de capacidad ampliable hasta 1360 litros con los asientos abatidos). Ya quisieran muchas berlinas actuales ofrecer semejante espacio. Pero lo cierto es que, aunque al se iba a desarrollar bajo la plataforma del Volkswagen Passat B3, se descartó la idea debido a los costes de producción. Así que, al final, se desarrolló bajo la plataforma A2, que era la misma que usaba el Volkswagen Golf MkII. 

No obstante, se hicieron las pertinentes modificaciones para poder montar sobre ella la carrocería más grande posible. Y estrenó así un nuevo concepto dentro del mercado español: el de los vehículos con apariencia de berlina, pero con portón trasero. Por tanto, estaba a caballo entre el segmento C, por la plataforma en la que se basaba; y el D, por su capacidad, equipamiento y espacio interior.

Y otro detalle importante que no todo el mundo conoce es que el Toledo de la primera generación fue diseñado por Giorgetto Giugiaro. 

Se comenzó a ensamblar en la factoría de la Zona Franca de Barcelona, pero su producción se trasladó a la planta de Martorell cuando esta se inauguró en 1993.

Contó con una amplia oferta mecánica, tanto en diésel como en gasolina:

  • En gasolina se pudo a la venta con motores de cuatro cilindros 1.6 de 75 CV, 1.8  de 90 CV,  2.0 de 115 CV(disponible con cambio automático) y un 1.8 de 16V con 136 CV (128 CV con catalizador). Más tarde este último se sustituyó por un 2.0 16V con 150 CV.
  • Y la gama diésel estaba formada por un 1.9 atmosférico de 68 CV o turbo con 75 CV. Pero el modelo superventas fue el 1.9 TDI, primero con 90 CV (el que yo tuve, por cierto) y luego con 110 CV. Una roca mecánica con mecanismo de bomba-inyector, que vibraba lo suyo, pero que tenía mucha fuerza desde abajo y era un mecherito, porque gastaba lo justo.

El Toledo fue un coche que no sólo triunfó en la carretera, sino que tuvo diferentes versiones de competición, con grandes éxitos en los circuitos y también la conocida versión de raids, el Toledo Marathon.

Peugeot 405

En este caso, el Peugeot 405 era un modelo enmarcado perfectamente dentro del segmento D, pero con el que el modelo español luchó a brazo partido en ventas.

Se puso a la venta en el año 1987 como sustituto del 505 y su vida comercial se prolongó justo 10 años, cuando fue sustituido por el 406. Además, a mitad de su vida comercial, Peugeot modificó sus estética exterior y su equipamiento.

Es el modelo perfecto para enfrentarse con el Toledo, porque comparte con él muchas características, empezando por su diseño, que también estaba firmado por uno de los mejores de la época, Pininfarina.

Eso sí, era un modelo un poquito más grande, que se basaba en la misma plataforma del Citroën BX y medía 4,4 metros de largo, por los 4,3 del español. Y el espacio en la segunda fila también era superior, ya que la distancia entre ejes era de 2,67 metros y la del Toledo de sólo 2,47 m.

Peugeot 405.
Peugeot 405.

Se fabricaba en distintos puntos, según el mercado al que estuviera destinado, pero los modelos españoles venían de la planta central de la marca del león en Francia, en Sochaux.

  • La gama mecánica también era realmente amplia, con motores gasolina 1.4, 1.6 y 1.9 con potencias comprendidas entre los 65 y los 160 CV del mítico modelo Mi16. Y en la segunda fase se revisaron la mayoría de ellos, ganando potencia y prestaciones y con la llegada de un modelo mítico como el T16 2.0 de 200 CV, que muchos recordarán por la legendaria subida de Ari Vatanen a Pikes Peak. 
  • Pero las versiones más demandadas eran las diésel. Había variantes de aspiración desde 70 CV y también turbodiésel de 92 CV. Motores robustos, fiables y que gastaban realmente poco.

Como ya has visto, también es un modelo equiparable al Toledo por su éxito en el mundo de la competición. También en rallys e incluso en el París-Dakar.

Ahora que los SUV son los que están de moda se echan más de menos los tiempos en los que el espacio, las capacidades ruteras y el bajo consumo primaban por encima de la apariencia.

Etiquetas: Berlinas

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