Así es cómo los SUV pueden acabar bloqueando el tráfico en las ciudades

El acceso a las grandes ciudades debido a la alta contaminación es cada vez más complicado. Si no tienes pegatina de la DGT desde el pasado 1 de enero no puedes acceder dentro de la M-30 y si tu vehículo no dispone de Etiqueta Eco o 0 estás obligado a dejarlo en un parking.

La consecuencia evidente es que el precio de las plazas de aparcamiento se está encareciendo cada vez más. Y no es algo exclusivo de las grandes urbes españolas, sino que otras ciudades europeas como París, Londres o Amsterdam ya están pasando por un proceso no solo simular, sino incluso más restrictivo.

De hecho, algunos países están introduciendo impuestos basados en el peso de los coches para penalizarlos. Los ecologistas señalan con dedo incriminatorio su "derrochador consumo de energía", y los institutos de seguridad vial destacan el "peligro que supone para los peatones su enorme parte delantera". 

Está claro que algunos tienen argumentos para pedir el fin del SUV, o al menos de su hegemonía. En las últimas semanas, dos organizaciones han esgrimido simultáneamente el mismo nuevo argumento: el cada vez más reducido espacio disponible para los ciclistas y otros vehículos de movilidad alternativa en las tradicionalmente estrechas calles de las ciudades europeas.

El argumento procede de 'Transport & Environment', que según se definen a sí mismos son "la principal ONG europea que lucha por un transporte más limpio" y que en realidad es el grupo de presión que está detrás del Dieselgate.

Y el otro grupo que apoya este argumento es el 'Urban Cycling Institute' (Instituto urbano del ciclismo, fundado en 2015 en la Universidad de Amsterdam). 

Cada uno de estos grupos ha publicado una imagen bastante reveladora en sus cuentas de X (antiguo Twitter). El objetivo es comparar el impacto de un SUV de 2 m de ancho y un coche compacto de 1,80 m de ancho medio en una calle convencional de 7,3 m entre acera a acera. 

El ejemplo perfecto es el que nos muestra en imagen cómo una calle de 7,9 m estaba ocupada en su día por coches de caballos, luego por los Volkswagen Golf de los años 80 y después por Range Rovers. 

Las ilustraciones muestran claramente el impacto que esto tiene sobre los ciclistas, pero sobre todo muestran que en una calle en la que se podía aparcar a ambos lados y seguir circulando cómodamente en ambas direcciones, se ha hecho prácticamente imposible que dos vehículos se adelanten. 

Desde luego, es objetivable esta situación y nos resulta demasiado familiar a los que vivimos en una gran ciudad cuyas calles se 'dibujaron' en el siglo XIX.

Según el estudio de 'Transport & Environment' en Europa, por término medio, los coches nuevos son un cm más anchos cada dos años. Y apuntan que "la tendencia continuará debido al aumento de las ventas de los modelos SUV, a menos que los legisladores tomen medidas". 

Alrededor de la mitad de los coches nuevos que se venden en Europa (en España ocurre lo mismo) ya son demasiado anchos para el espacio mínimo de aparcamiento disponible en la calle en muchos países. 

París podría ser la primera gran capital europea en hacer frente a esta tendencia si los ciudadanos aprueban en referéndum el día 4 de febrero el aumento de las tasas de aparcamiento (proponen triplicarlo) para los todoterreno.

Según el estudio, en el que se han valorado los 100 modelos más vendidos en 2023, el 52% de los vehículos eran demasiado anchos para el espacio mínimo de aparcamiento disponible en la calle (180 cm) en las principales ciudades, como Londres, París y Roma. 

El aparcamiento fuera de la vía pública es ahora muy estrecho incluso para el coche nuevo medio (180 cm de ancho), mientras que los grandes SUV de lujo ya no caben. Con una anchura de unos 200 cm, los SUV de lujo dejan muy poco espacio para que los ocupantes entren y salgan de los vehículos en los espacios habituales fuera de la vía pública (240 cm).

El aumento de tamaño es muy pronunciado entre los grandes SUV de lujo. Ponen algunos ejemplos: el Land Rover Defender creció 20,6 cm y el Mercedes X5, 6 cm en sólo seis años. En 2023, Volvo hizo 4,1 cm más ancho su EX90 que el XC90. Y la realidad es que esta tendencia se traslada a segmentos inferiores.

Según estos estudios, la tendencia hacia vehículos más anchos está reduciendo el espacio vial disponible para otros vehículos y ciclistas. 

Además, afirman que "los diseños más anchos también han permitido elevar aún más la altura de los vehículos, a pesar de que los datos de colisiones muestran que un aumento de 10 cm en la altura de los frontales de los vehículos conlleva un 30% más de riesgo de muerte en colisiones con peatones y ciclistas". 

Pero este último argumento sería fácilmente rebatible solo con mostrar los resultados en los test de colisión con peatones, que no hacen más que mejorar año a año en todos los fabricantes.