Estaba perfectamente camuflada y nada, ni a simple vista ni tras una inspección al habitáculo, llevaba a sospechar que un Mercedes Clase A estaba siendo utilizado como coche mula. Fueron los perros los que lanzaron la alerta de que algo olía peculiar y descubrieron que el coche llevaba casi 30 kilos de hachís repartidos en las cuatro ruedas.

En el momento en que fue interceptado, el coche trataba de acceder al ferry en Ceuta para ser transportado hasta Algeciras desde donde tendría acceso a toda la península.

Casi 30 kilos de hachís en las cuatro ruedas

La alerta del perro dio comienzo a una profunda inspección del vehículo. Tras desmantelar buena parte del interior en busca de caletas (que es como en el argot policial se conocen los huecos preparados por los narcos para esconder droga), los agentes de la Guardia Civil descubrieron que el Mercedes Clase A había sido preparado para transportar droga en el interior de los neumáticos. 

Una vez desmontadas las cuatro ruedas, descubrieron que la intención de los narcotraficantes era introducir en la península 28,4 kilos de hachís ocultos bajo las cubiertas. La droga estaba perfectamente empaquetada siguiendo la forma y el tamaño de las cubiertas.

Tras el hallazgo, los agentes, miembros de la Compañía Fiscal y del Grupo Cinológico de la Guardia Civil de Ceuta, han procedido a la detención de las dos personas que viajaban en el vehículo. Son dos varones de 31 y 36 años, ambos de origen ceutí que han pasado a disposición del Juzgado acusados de delitos contra la salud pública.

El vehículo, con matrícula española, ha sido incautado y puesto a disposición judicial. Mientras que los 28 kilos de hachís han quedado depositados en el en el Área de Sanidad de la Delegación del Gobierno de la ciudad de Ceuta.