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'Macarreando' con un Aventador por Londres

'Macarreando' con un Aventador por Londres

Marcos Teixeira

Londres se ha convertido en los últimos años en el particular patio de recreo en el que llamar la atención con deportivos de gran cilindrada. En este caso, es un Lamborghini Aventador el que trae de cabeza a los vecinos de la ciudad con numerosas acciones temerarias y absurdas.

Los vecinos de Londres llevan un tiempo sufriendo las consecuencias de algunos 'niños ricos' que se dedican a hacer con sus deportivos lo que no deben por las calles de Londres. Llamar la atención, o hacer el tonto en general, con un Lamborghini Aventador, o cualquier otro vehículo de similares características, se está convirtiendo en una molesta, y en ocasiones hasta peligrosa, práctica sufrida por londinenses y turistas.


La última golfería al volante tiene como protagonista al dueño de este Lambo, según se recoge de la web CarScoops, quien hace todo lo posible para ser visto, grabado y fotografiado con su Lamborghini Aventador. En apenas poco más de un minuto de vídeo, al tipo le da tiempo de asustar a un peatón, montar escándalo con el ruido de su motor mientras espera en un semáforo, congregar a un nutrido grupo de curiosos, y por último pavonearse ante la turba  circulando con las puertas abiertas y la música 'a todo trapo'.

Parece que hartos de la monótona y desértica estampa del desierto pérsico, jóvenes procedentes de las familias más pudientes de los Emiratos Árabes viajan en tropel a la capital inglesa donde hacen de sus calles su particular circuito y en el que dan rienda suelta a sus más bajos e irresponsables instintos conduciendo un superdeportivo.

Este perfil de tirano al volante, y las molestias que acarrean a los vecinos de Londres, ya fue recogido a primeros de año por un reportaje de televisión de Channel 4, en el que se ponía de manifiesto la impunidad de muchos de estos jóvenes y la escasa capacidad de reacción de la policía. ‘Millionaire Boy Racers’ mostraba a unos residentes furiosos por el ruido de los deportivos, el de sus concurridas fiestas, además de por el comportamiento temerario de algunos de estos conductores.

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