Logo Autobild.es

Qué es y cómo se forma la lluvia de barro

Lluvia de barro

En lo que va de 2022, entre todos los sobresaltos que ha experimentado la población por causas múltiples, en marzo la lluvia de barro, también conocida como lluvia de sangre, fue uno de los que pilló más desprevenidos a los conductores españoles. Pero, ¿qué es concretamente?

Se trata de un fenómeno meteorológico en el que la lluvia arrastra el polvo en suspensión del aire, precipitándolo hacia el suelo y dejando éste, los edificios, los coches, etc., cubierto de una capa marrón o rojiza.

La multa que te pueden poner si todavía no has limpiado el coche tras la lluvia de barro

No es igual de habitual en todos los lugares, ni siquiera dentro de España, aunque nuestro país es un candidato bastante probable para que suceda debido a su cercanía con África y el desierto. Las zonas más proclives a experimentarlo son las Islas Canarias, Ceuta y Melillas; aunque en las Islas Baleares y el litoral mediterráneo también suele ocurrir.

Luego están ocasiones mucho más puntuales en las que las corrientes de aire son tan fuertes que llegan a cubrir toda la Península Ibérica, provocando situaciones pintorescas a las que los ciudadanos no están acostumbrados.

Por qué se producen las lluvias de barro

El germen de una lluvia de barro está en la diferencia de temperatura entre el suelo y las capas medias y altas de la atmósfera. Aquel está más caliente que éstas, provocando que el aire ascienda y lleve consigo el polvo, llegando hasta las capas altas de la troposfera.

El polvo en suspensión entonces se desplaza siguiendo las corrientes de aire y cuando esta masa caliente choca contra una de aire frío, tiene lugar la condensación y se formen las gotas de lluvia.

Hay que señalar que, en este caso, en muchas ocasiones es el propio polvo el que actúa como núcleo de condensación, siendo el punto alrededor del que se concentra la humedad y sirviendo así como “esqueleto” para que se formen las gotas.

Cuando las temperaturas se enfrían todavía más y las gotas chocan entre ellas, se precipitan hacia la superficie, arrastrando tanto el polvo que llevan consigo como el que está en suspensión, impactando finalmente contra lo que hay en el suelo en forma de barro.

Por norma general es en verano cuando hay más probabilidad de que se produzcan lluvias de barro, porque hay más actividad tormentosa y hay más polvo en suspensión, pero también puede ocurrir en primavera u otoño.

Efectos negativos

La lluvia estándar ya es un gran enemigo del tráfico, puesto que muchos conductores tienen miedo a las precipitaciones y ocurre aquello de que “todo el mundo se olvida de conducir”, lo que deriva en circulación más lenta, atascos, etc.

Con la lluvia de barro esto se acrecenta, aunque en este caso de manera justificada, puesto que las gotas con polvo en el parabrisas hacen que la visibilidad disminuya, lo que puede llegar a constituir un peligro.

Pero el efecto negativo más notable es el hecho de que las precipitaciones acumuladas en el asfalto pueden llegar a hacer que este sea deslizante, perdiendo los coches adherencia, así que pueden perder el control y provocar accidentes.

Es por eso que conviene extremar la precaución y adoptar una conducción similar a cuando hay precipitaciones intensas, incluso cuando la lluvia de barro haya pasado: aumentar la distancia de seguridad, ir a une velocidad algo más comedidas y poner máxima atención cuando se va al volante.

Además, como daño “colateral”, hay que limpiar el coche ya que, si un agente interpreta que está tan sucio como para restar visibilidad en la conducción, pudiendo provocar un accidente, puede poner una multa que oscila entre los 80 y los 200 euros, aunque en ningún momento conlleva retirada de puntos.

¿Cuánto dura?

No hay una duración concreta, pues suele depender de la cantidad de polvo en suspensión. Sin embargo, si las precipitaciones son prolongadas, entre 24 y 60 horas es lo que suele durar, después se limpia el aire y la lluvia que cae está limpia.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.