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5 cosas que nunca debes hacer al lavar un coche con barro

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A continuación te mostramos 5 cosas que nunca debes hacer al lavar un coche con barro si no quieres dañar la pintura y arruinar el estado de la carrocería.

Estos últimos días en la Península Ibérica y las Islas Baleares estamos viviendo las consecuencias de la borrasca Celia. Esto ha provocado que los vehículos estén cubiertos de polvo subsahariano y, tras las lluvias, de un barro anaranjado. Cuando llegue el momento de limpiar, debes tener en cuenta estas 5 cosas que nunca debes hacer al lavar un coche con barro.

La borrasca Celia ha traído consigo calima (partículas secas de polvo en suspensión que dejaron los cielos con un característico tono ocre), lluvias de barro y un empeoramiento de la calidad del aire. Este es el motivo, junto a las fuertes rachas de viento, por el que los coches estacionados en la calle se han teñido de marrón por el polvo subsahariano procedente de África.

Ayer os contábamos cómo limpiar el coche del polvo africano que cubre la Península y, más tarde, os revelamos cuáles eran las principales amenazas que supone para los coches este polvo en suspensión. Y, dado que lo primero que deberás hacer para devolver a su estado original el coche será limpiarlo, aquí tienes algunos consejos para que al lavarlo no acabes estropeando la pintura y la carrocería.

Con estos prácticos consejos lograrás que tu coche vuelva a lucir como siempre, eliminando cualquier rastro de la borrasca Celia y del polvo subsahariano. Y recuerda, estas 5 cosas son las que nunca debes hacer al lavar un coche que está cubierto de polvo y barro.

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Retirar la suciedad sin agua

Lo primero y más evidente es que nunca deberás retirar la suciedad sin utilizar agua o cualquier otro agente lubricante. Lo más recomendable es utilizar un jabón neutro especialmente diseñado para la limpieza del exterior del automóvil. Comienza por retirar con agua (a presión te facilitará el trabajo) cualquier resto de barro y polvo de la carrocería.

Este paso es primordial si no quieres estropear la pintura y ocasionar arañazos que obliguen más tarde a pulir la carrocería o, peor aún, a recurrir a un taller de pintura para su reparación. No tengas prisa a la hora de eliminar los restos de barro más grandes, será clave para que el coche quede limpio y, sobre todo, no ocasiones daños en la carrocería.

Frotar la carrocería

En línea con el consejo anterior, no frotes la carrocería con una esponja o un guante específico para la limpieza del automóvil sin haber eliminado los restos de barro y polvo. Es precisamente en este paso en el que podemos ocasionar arañazos que arruinen la pintura del coche.

Realiza movimientos circulares para conseguir un mejor efecto. Los bajos, las taloneras, pasos de rueda y parachoques son las zonas donde más debes prestar atención a la hora de retirar el barro. Es fácil pasarlo por alto o que no hayamos aplicado la presión adecuada para eliminarlo. Una vez retirado, empieza a aplicar el jabón por todo el exterior con el guante o la esponja.

No limpiar las ruedas

Una de las cosas que nunca debes hacer al lavar un coche con barro es olvidarte de limpiar las ruedas. Las llantas y los neumáticos son partes del vehículo que acumulan suciedad, bien por las partículas generadas por los frenos o bien porque están en contacto permanente con el asfalto.

Si limpias el coche, y no lavas las ruedas y las llantas, lo único que conseguirás es que cualquier resto que quede en ellas acaba manchando la carrocería cuando vuelvas a circular. Un consejo práctico es que empieces primero con las ruedas, y que reserves un cubo con agua y un guante especialmente para estas partes.

Utilizar el túnel de lavado

Si lo que quieres es conseguir un buen resultado, no utilices el túnel de lavado automático. Es lo más cómodo y, en apenas unos minutos, tendrás el coche más o menos limpio. Sin embargo, quedarán zonas que, por la propia configuración del túnel, quedarán sucias al ser menos accesibles.

Para que la limpieza sea eficaz, hazlo a mano o utilizando una lanza de agua a presión como las que encontrarás en cualquier estación de servicio o gasolinera. Si el cristal delantero tiene mucho polvo y dificulta la visión a la hora de conducir al centro de lavado, antes de accionar los limpiaparabrisas, vierte abundante agua para retirar la suciedad, así no rayarás los cristales.

Olvidar los rincones más ocultos

Por último, el quinto y último consejo que debes tener en cuenta para ser eficiente a la hora de lavar un coche con barro es que no olvides los rincones más ocultos. Áreas como los bajos del vehículo, los pasos de rueda, los espacios entre las puertas, el interior de los retrovisores o cualquier otra junta de goma son zonas que suelen ser propensas a retener suciedad y agua.

Asegúrate de que has eliminado cualquier resto de barro o agua antes de volver a utilizar el coche. De lo contrario, esos restos saldrán al exterior cuando conduzcas y volverán a ensuciar toda la carrocería.

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